Los sindicatos de estibadores y la patronal Anesco volverán a reunirse hoy para intentar encauzar la negociación colectiva que quedó estancada la semana pasada, después de que se conociera la propuesta empresarial, que, según la parte social, "imposibilita" un acuerdo sobre la garantía del empleo.

El encuentro se celebrará de nuevo en la sede del Consejo Económico y Social (CES), cuyo presidente, Marcos Peña, actúa como mediador en el proceso de negociación para llegar a un acuerdo sobre aspectos laborales de la reforma del sector, a la que obliga a España una sentencia condenatoria del y tribunal europeo.

La patronal fue la última en presentar su propuesta el pasado jueves 23, después de que el Gobierno lo hiciera el día 15, en vísperas de la derogación del real decreto-ley de reforma de la estiba en el Congreso, y los sindicatos la presentaran el día 21. Las medidas que proponen las empresas suponen "una modificación total" de las actual condiciones laborales, sin garantizar, además, "ni un puesto de trabajo", según la Coordinadora, el sindicato mayoritario.

La propuesta de acuerdo del Gobierno prevé la subrogación de los actuales trabajadores por las empresas estibadoras como nuevos empleadores y ayudas estatales para facilitar prejubilaciones voluntarias con el 70 % del salario a partir de 50 años, con lo que asegura que se garantizará el mantenimiento del 100 % del empleo de los más de 6.150 estibadores portuarios.

Tres veces el salario mínimo

Los sindicatos respondieron con una contraoferta en la que solicitan que la subrogación se garantice mediante disposición con rango de ley, además de pedir un plan de prejubilaciones voluntarias con el 80 % de las percepciones salariales, con un mínimo de tres veces el salario mínimo interprofesional (2.122 euros), y poder participar en la formación para el acceso al empleo. Asimismo, ofrecen rebajas salariales para facilitar las prejubilaciones y mejorar la productividad.

Sin embargo, la patronal ve necesario ajustar la plantilla para adecuarla a las necesidades del servicio en cada puerto, mediante jubilaciones forzosas y bajas voluntarias, y plantea medidas de mejoras organizativas y productivas como una disponibilidad plena de los estibadores, la posibilidad de que cambien o compartan tareas, una reducción del 30 % del coste de operaciones o modificaciones de los sistemas de descansos.