Unos 400 millones de euros. Ese es el precio tasado por el Gobierno de España para el traslado de la Base Naval hacia el interior del Puerto, concretamente a la zona de La Esfinge donde se ha analizado la construcción de un muelle paralelo al dique en el que ubicar las instalaciones militares. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se comprometió ayer a crear una comisión en la que se determine si esta u otra zona es la mejor ubicación del Arsenal y quién haría frente al alto coste que conllevaría ejecutar la mudanza. La titular del departamento respondió de esta manera a la pregunta del diputado de NC, Pedro Quevedo, a quien hizo un guiño justo cuando el Ejecutivo depende del nacionalista para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado con la mayoría de 176 votos.

Quevedo solicitó al Gobierno celeridad para afrontar este asunto. Y es que hace ya un año que se aprobó por unanimidad una proposición no de ley para la recuperación del Arsenal para uso de los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria, algo que calificó de "justo, lógico y razonable". Quevedo indicó que la ciudad perdió este espacio en los años 40 del siglo pasado, cuando el Gobierno ordenó convertir el dique dedicado para el transporte de fruta en uso militar. "Son 77 años de ocupación irregular de ese espacio", dijo el también concejal de Promoción Económica, Empleo, Turismo y Movilidad en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, quien agregó que aquella operación "no cumplió ninguno de los requisitos de ocupación ni siquiera por circunstancias de orden militar".

La secretaria general del PP aseguró en su intervención que la base de la capital grancanaria es una de las cuatro más importantes de la Armada española, que además se sitúa "en un lugar esencial para la defensa de las Islas Canarias y la defensa nacional" al encontrarse en las rutas hacia el cabo de Buena Esperanza y Sudamérica, y por su cercanía al Golfo de Guinea. Y apostilló que si se produce el traspaso, éste siempre se realizará dentro de Gran Canaria y no en otra isla debido a su importancia geoestratégica. "Pero habrá que contestar a la famosa pregunta de Josep Pla -escritor y periodista catalán-, '¿esto quién lo paga señoría?'", aseveró Cospedal, quien recalcó que la valoración inicial del traslado es de 400 millones de euros. En todo caso, la titular de Defensa dejó claro que si se produce la liberación de la parcela del antiguo muelle frutero de Nuestra Señora del Pino, gran parte de la misma iría a uso portuario y no civil.

El exalcalde de Las Palmas de Gran Canaria y actual concejal del grupo popular en el Ayuntamiento, Juan José Cardona, también hizo referencia ayer a esta permuta de terrenos, exigiendo que "no salga de la ciudad". "Siempre hemos planteando al ministerio de Defensa la necesidad de buscar una alternativa al lugar donde hoy se encuentra la Base Naval", indicó. Y esa alternativa es al norte del Puerto, como expresó Cardona, quién calculó el traslado en unos 120 millones de euros.

El edil entiende que el Estado debe ser el primer financiador, pero apostilló que todas las administraciones deberían participar en un debate en el que decidir una alternativa definitiva a su ubicación, así como el coste. "Vamos a establecer un mecanismo y un procedimiento entre todos para que a la vuelta de 5, 10 ó 15 años, que tenga una fecha de caducidad, podamos tener la Base Naval actual y destinarla a otros usos ciudadanos" para potenciar la estrategia de Ciudad de Mar.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, explicó que una de las ideas es llevar el Arsenal hasta la zona de La Esfinge mediante la construcción de un dique paralelo, que conlleva la citada inversión de 400 millones euros que reseñó Cospedal. "Con ese importe se subyace que todo va a seguir igual", declaró Ibarra. "El Puerto no tiene ningún problema", pero consideró que la inversión es "costosísima" ya que las profundidades de ese tramo del litoral se sitúan en torno a 50 metros, además de ser una dársena poco abrigada. "Viendo las necesidades de la sociedad y viendo cómo llevamos más de 15 años con la carretera de La Aldea, este planteamiento es prácticamente imposible", subrayó.

Sobre el posible uso portuario de la actual Base Naval anunciado por la ministra de Defensa, Luis Ibarra lo tiene claro: "Reiteramos que no tiene un uso portuario, porque no tiene un interés para el sector de cruceros". Y explicó que el bajo calado del muelle del Arsenal -8 y 9 metros- hace inviable la entrada de estos buques, mientras que el dragado de estas zonas podría acarrear la deformación del cantil debido a su antigüedad. Sobre su posible ampliación, el presidente afirmó que a su vez podría dejar sin uso a parte del actual muelle de Santa Catalina.