La Semana Santa se acerca y con ella llega el último repunte de las cifras hoteleras. Se cierra la temporada alta y se espera que no decaigan las contrataciones de cara a verano. Los restaurantes y comercios de la zona se preparan para la llegada masiva de turistas. Los informes que manejan la Asociación de Hoteles y Establecimientos Hoteleros (Ahelpa) prevén una ocupación del 78% en establecimientos hoteleros y un 87% en apartamentos. Lo que refleja un incremento significativo respecto a la Semana Santa de 2016.

Los negocios de la zona son previsores y ya comienzan a prepararse. Es así como en el Restauranti Pizzería Maccaroni ya empiezan a recibir los pedidos o en el Restaurante La Oliva, terminan de ultimarlos y refuerzan su plantilla. En los restaurantes de la zona son rotundos: el buen tiempo ayuda. Mientras que la gerente del Restaurante La Oliva, Lola Gómez, resalta: "Es fundamental porque si no se va todo el mundo para el sur y aquí lo notamos". Mientras que Wendy Fernández, gerente del restaurante italiano, no le da tanta importancia. "Si hace buen tiempo empezamos a trabajar desde al mediodía pero en el caso de que no, nuestro punto fuerte son las noches". "Tenemos turistas como los escandinavos que aunque haga mal tiempo se ponen en la terraza todas las noches".

Desde el Restauranti Pizzería Maccaroni ven ventajosa la celebración de la Semana Santa. "Más allá del turismo de playa hay mucha gente que viene a ver cómo se vive aquí aunque no sean religiosos", apunta Wendy. "En nuestro caso particular ahora lo que notamos es el cambio de turismo. Se pasa de escandinavos a británicos, alemanes o italianos". Y si hay algo que ven en el restaurante es que "hay clientes que repiten cada año", una muestra de la fidelización del turismo en los últimos años.

Los hoteles rondan el lleno

Los hoteleros de la zona se preparan para el primer completo del año. "Los turistas suelen ser previsores y reservan con varios meses de antelación", señalan la mayoría de los hoteleros. Con la Semana Santa se pone fin a la temporada alta centrada en el turismo escandinavo y comienza la temporada media-baja. "La situación de tensión que vive el mundo nos está repercutiendo directamente". "Los turoperadores no venden otros destinos por lo que nos están pidiendo más camas", señala el departamento de reservas del Hotel Reina Isabel. Un turismo que en esta Semana Santa dejará al hotel capitalino al 96% y sin nada de turismo local. Unas ventas que "llevan paradas desde hace cuatro meses". "En estos momentos ya estamos cerrando el mes de septiembre", señalan desde el Hotel Santa Catalina. Lo que hace que se aviste un buen verano en los hoteles capitalinos sobre todo si se tiene en cuenta que se entra en temporada baja.

En el hotel NH Imperial rondarán del 80% al 97% de ocupación según avanza la semana. Desde el hotel señalan que Canarias es "uno de los destinos que continúan abiertos para los turoperadores por lo que esperamos que continúe la tendencia en verano". Al contrario que en otros hoteles en éste caso "esperan hasta el último momento para cerrar la contratación porque buscan la mejor oferta". Con lo que esperan que entre alguna reserva de última hora. Hoteles que sin realizar campañas publicitarias ni ofertas especiales están viendo como van camino de colgar el cartel de "completo".

Mientras que los apartamentos del litoral como el Colón Playa lleva "completo" desde hace meses. Y a diferencia de otros de la zona que focalizan en el turismo de interior su lleno, en el caso éste se encuentran al "50% entre turismo peninsular y extranjero como alemanes o escandinavos", señala Juan Manuel Rodríguez. La temporada alta en su caso particular la han cerrado con datos muy buenos. "Estábamos completos desde el mes de octubre", apunta.

Más allá de los hoteles y los restaurantes son los negocios del área los que se preparan también para este repunte pero como señala el dueño del Bazar Carol 2000 Jorge Pozo "hasta que no lo vea no lo creeré". "Hace unos meses también se alcanzaron cifras históricas pero aquí no lo notamos". Esto se debe a que "el turismo que viene es del Imserso y ya vienen con todo pago por lo que no se gastan nada". "Se llevan del buffet la pieza de fruta y aguantan hasta que sea la hora de la cena". "En nuestro caso 'tiramos' con el turismo peninsular". "Ellos vienen y se compran el tentempié o el picoteo de media mañana para irse a la playa", sentencia Jorge Pozo.

En la misma línea se sitúan los propietarios de la Relojería Diana. "Nosotros de cara a Semana Santa no esperamos nada". "Hemos llegado a un punto en el que ya no vendemos nada novedoso y el precio está más alto que en Península". "El precio más elevado se debe a que allí trabajan con mayores cantidades y el consiguiente abaratamiento de precios al igual que la expansión de Internet". En el caso de las novedades lo achacan a que "los proveedores muchas veces no vienen a visitarnos por la odisea que se convierte para ellos el aparcar". Debido a estos motivos "el supuesto repunte de turismo no nos repercute". Otros de los factores a los que apuntan desde la Relojería Diana es que "la gran mayoría de los turistas se van a las grandes superficies a comprar aunque paguen más", señala su propietario.

En cambio, en el negocio de Telas Kury tienen a las compañías aéreas como las "culpables". "En nuestro caso viene la gente y nos preguntan por el pesaje de las telas y están condicionados por si se pasarán del peso o no". Con las restricciones de las maletas y sus medidas han hecho que los turistas "gasten menos y no compren tanto como antes". "Por el miedo a tener que pagar más en los aeropuertos por pasarse de los límites establecidos", sentenció Pablo Tejera. En otros negocios de la zona como LifeStile Las Canteras esperan que "aumenten las ventas".

La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Hoteleros y turistas solo esperan que el "tiempo acompañe" de forma que no se vean obligados a salir de la capital para disfrutar del sol. Aunque desde la Concejalía de Turismo intentan vender a la isla como algo más que un destino de playa. Buscan fidelizar al turistas con su oferta "cultural, histórica, de ocio y gastronómica". Además de las clásicas "procesiones" de la fecha. Las Canteras se viste de gala y espera a sus visitantes.