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La segunda fase del parque marítimo se topa con chatarra del viejo astillero

Los técnicos hallan cascotes y ferralla durante las catas

La segunda fase del parque marítimo se topa con chatarra del viejo astillero

La segunda fase del parque Marítimo situado en el entorno del muelle de Santa Catalina se ha topado con bolsas de desechos del viejo astillero. Según el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, tras la cata geológica que se realizó en la zona, los técnicos han hallado restos encapsulados de "cemento, cascotes, tornillos, ferralla y grasa" que si bien no son contaminantes "porque allí no llega el mar", sí han provocado un retraso en las obras. Y es que según explicó el edil, "lo que hay debajo es un terreno inestable sobre el que no se puede construir el voladizo" previsto para este espacio, por lo que ha habido que "modificar el proyecto técnico para contemplar medidas que eviten que el firme se hunda".

Fue hace un año cuando el Ayuntamiento capitalino abrió al público la primera fase de esta iniciativa que se ejecutó gracias a una inversión de 713.000 euros del Cabildo con cargo al Plan de Cooperación del ejercicio de 2015. La actuación se realizó sobre una superficie de 1.262 metros cuadrados en los que se creó un mirador y un solarium que queda suspendido sobre el mar y está dividido en dos niveles con una rampa y un graderío.

Esta intervención forma parte del proyecto ideado para efectuar en tres etapas que Juan José Cardona presentó a principios de 2014. En él se contemplaba la creación de un parque con forma geométrica dividido en tres niveles de tarima de madera y con forma triangular, en homenaje a la Vela Latina. En total, el espacio abarcará una superficie de casi 6.400 metros cuadrados en los que, además del solarium y el mirador, también se previó la existencia de cinco pequeños edificios de madera acristalados para uso comercial como puestos de comida, quioscos, cafeterías o servicios turísticos; así como un pipican de 1.000 metros cuadrados y una piscina de agua salada.

No obstante, ninguna de estas dos últimas propuestas se llevarán finalmente a cabo. El propio concejal confirmó que el enclave no contará con la lámina de agua. "Al final no se hace porque entendíamos que la función de este parque es llevar a los cruceristas al parque Santa Catalina o hacia la zona de Mesa y López y si ponemos una piscina la gente se queda ahí y no continúa. Además están Las Canteras y las Alcaravaneras y no es necesario". Asimismo, el mirador, que iba a ser construido sobre suelo de madera desde la que observar la entrada de los cruceros a la capital, finalmente fue pavimentado.

Tras la inauguración de la primera fase, el Consistorio anunció haber encargado a la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de Las Palmas de Gran Canaria (Geursa) la redacción de la segunda y la tercera fase de la iniciativa. Doreste aseguró que dichas intervenciones ya están proyectadas, así como su financiación, cifrada en 4,2 millones de euros, está prevista dentro de los presupuestos del Fondo de Desarrollo Canario (Fdcan) del que percibirán la mitad para su realización.

"El retraso de las obras se ha producido después de las catas", aseveró el edil, quien explicó que la existencia de los restos del viejo astillero no afecta a la continuación del actual paseo, pero sí al "volado sobre el mar que incluye el parque marítimo para ganarle un espacio libre" al agua. "Lo que hay debajo de esa zona es producto de años de actividad del astillero y eso no da un firme sobre el que poder actuar", señaló. De ahí que se hayan incluido medidas en el diseño para evitar un derrumbe de la estructura en la que se procederá a instalar los pequeños quioscos que estarán situados en el entorno de la plaza de Canarias.

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