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Ingeniería nazi a toda vela

Los 11 grandes veleros que participan en la regata Rendez-Vous hacen escala en la capital

Sobre estas líneas el buque escuela 'Sagres'. LP / DLP

Los once grandes veleros que participan en la regata Rendéz-Vous 2017 Tall Ships Regatta llegarán a Las Palmas de Gran Canaria este fin de semana procedentes del puerto Sintes, Portugal, de donde partieron ayer. El destino de estos barcos finalizará en Quebec, en conmemoración del 150 aniversario de Canadá, si bien antes harán escala en el Muelle de Santa Catalina y el Muelle Deportivo, donde se podrá interactuar con los tripulantes y visitar las instalaciones de uno de ellos, el Sagres, un navío que fue construido en la Alemania nazi y que ahora pertenece a la Marina Portuguesa.

Hace más de media centuria que esta prueba está organizada por la asociación Sail Training International, que se dedica a la formación de jóvenes marinos en grandes barcos de vela con programas específicos en los que es posible realizar grandes regatas a un coste adaptado a las necesidades de este público. La entidad trabaja en estrecha colaboración con los buques escuelas más relevantes del mapa mundial y, desde la década de los cincuenta, organiza esta competición emblemática en la que participan diferentes veleros con una larga tradición y una peculiar historia, que a menudo se remonta a la primera mitad del siglo XX.

En esta ocasión, uno de los más singulares que cruzarán el Atlántico rumbo a Bermuda navega bajo bandera lusa. Conocido también como Sagres III, se trata de un barco construido en 1937 en los astilleros Blohm & Vos de Hamburgo como buque escuela de la marina de guerra de Alemania (Kriegsmarine). Su nombre inicial, Albert Leo Schlageter, fue elegido en homenaje al antiguo oficial alemán considerado mártir por el partido Nazi tras su muerte. Schlageter fue capturado y ejecutado en abril de 1923 por haber participado en un intento de sabotaje en la cuenca minera del Ruhr que ocupaba en ese momento Francia como represalia por el impago de la indemnizaciones impuestas a Alemania en el armisticio.

El navío se creó como gemelo de otros dos barcos: el Horst Wessel (actual Uscgc Eagle) y el Mircea, y su primer capitán fue Bernhard Rogge. Durante la II Guerra Mundial, el Sagres quedó convertido en oficina flotante, sin apenas navegar. Al final de la contienda cuando fue capturado por Estados Unidos que, en 1948, se lo vendió a la Marina de Brasil por 5.000 dólares, un precio simbólico como compensación a los daños causados a su flota por los submarinos alemanes durante el conflicto. En aguas brasileñas, el velero volvería a convertirse en un buque escuela rebautizado como Guanabara. No fue hasta 1961 cuando Portugal adquirió la embarcación. En su cesión, jugó un papel importante el embajador luso Teotónio Pereira, uno de los organizadores y más destacados impulsores de la primera regata de grandes veleros, que se celebró en el año 1956. El velero pasó a sustituir a un obsoleto buque, el Sagres II (el primero fue una corbeta de madera fabricada en Inglaterra en 1858) y adquirió su nombre para convertirse en un buque escuela cuya labor llega hasta la actualidad.

Este fin de semana, los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria podrán visitar las instalaciones del navío luso que llegará acompañado por otros de Clase A como Belem (Francia), Nadezhda (Rusia) y Wylde Swan (Holanda); los clase B Atyla (España) y los británicos Blue Clipper y Jolie Brise (Reino Unido); el clase C Vahine (Letonia); y los clase D Peter von Danzig (Alemania), Rona II (Reino Unido) y Vahine (Finlandia). La mayoría de estos barcos comenzarán a abandonar la capital grancanaria entre el domingo 7 y el martes 9 de mayo, tras 48 horas de escala, para finalizar en Quebec la regata que comenzó hace semanas atrás en Royal Green-wich (Reino Unido).

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