Han pasado 300 años desde que se inauguró la primera Compañía de Guardias Marinas promovida por el General de la Armada José Patiño con el fin de formar a los oficiales no solo en cuestiones prácticas si no también en materia científica. Con sede inicial en Cádiz, donde ya contaba con casi 40 alumnos cuando abrió sus puertas en abril de 1717. Este fue tan solo el germen de una institución que cambió de nombre y de ubicación a lo largo de los años, pasando en 1943 de Andalucía a Marín (Pontevedra), donde se erige actualmente como la Escuela Naval Militar (ENM). Su historia se puede conocer a través de algunos de los paneles que componen la exposición Centenarios Armada 2017- Plocan que, con motivo de las Jornadas Navales organizadas por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, se puede visitar en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología hasta el próximo 14 de mayo.

La muestra fue inaugurada ayer en la tercera planta del enclave cultural, donde también se celebró previamente una mesa redonda que, bajo el lema La Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan), moderó el director de esta institución Octavio Llinás González. Se trata de una exhibición histórica que, según explicó el Cronista Oficial de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet, se divide en tres partes: la de la Escuela Naval Militar, la de la Aviación Naval y la de la Plocan.

La primera de ellas, recoge a través de cinco paneles los orígenes del centro de formación que también se llamó Academia de Guardias Marinas (1769-1831) y Colegio Naval Militar (1845-1867 ). Además de su trayectoria hasta la fecha, en el apartado 300 aniversario Real Compañía de Guardias Marinas. Formando Oficiales de la Armada desde 1717, se hace una mención especial a la vinculación científica que tiene la institución. De este modo, en los carteles explicativos se puede leer que desde sus inicios, "se convirtió en uno de los principales generadores de conocimiento en España, en especial en ciencias como la cartografía, la náutica, la meteorología, la geodesia, la ingeniería, la hidrografía o la astronomía". Asimismo, se hace mención a algunos hitos científicos de la Armada como la expedición del Meridiano (1735-1744), la fundación del Museo de Ciencias Naturales (1752), la creación del primer Observatorio Astronómico (1753) o del primer Observatorio Meteorológico de España (1788), además de la invención del torpedo eléctrico (1888), la creación de la primera Estación Sísmica del país (1989) o la primera y única Estación Láser Española (1983), entre otros.

Bajo el título Cien años de Aviación Naval en imágenes, la segunda parte de la muestra se reparte por los laterales de la sala donde están dispuestos más de una decena de paneles en la que se puede observar gráficamente la evolución de esta sección militar. Su historia se remonta a 1917 con la firma del rey Alfonso XIII de un decreto y el impulso del capitán de corbeta Pedro María Cardona y Prieto, a quien se le ordenó "la creación de la futura Aeronáutica Naval", convirtiéndose en su primer jefe. Según está recogido en los paneles, la primera base se ubicó en 1921 Barcelona donde "el muelle del Contradique y su dársena se habilitaron como base de hidroaviones y el aeródromo del Prat como base de aviones de ruedas". Entre las curiosidades que se pueden descubrir si se escudriña bien entre los párrafos está la que cuenta que en aquella época "la práctica habitual era la de rotular en tierra el nombre del aeródromo para que fuera fácilmente identificable desde el aire, ya que la tecnología no permitía las aproximaciones en otras condiciones que no fueran las visuales".

En los murales también se recuerda la desaparición de la Aeronáutica Naval tras la creación del Ejército del Aire en 1939 y su resurgir 15 años después con los Acuerdos de Cooperación con EEUU. En esta parte de la exposición también se habla del estado actual de la Aviación Naval que se puede comparar con el pasado gracias a las numerosas compañías que presiden los cartelones. En ellos se habla de las distintas unidades aéreas embarcadas a día de hoy en operaciones, así como de los portaviones como el Dédalo, el Juan Carlos I o el Príncipe de Asturias; y se menciona la flotilla de aeronaves actual.

Por último, la Plocan es la tercera protagonista de la muestra. Este apartado cuenta con varios paneles que acompañan a una detallada maqueta sobre la plataforma en la que también se puede visualizar a pequeña escala lo que hay bajo ella, en la profundidad del mar. El centro marino- marítimo fue también ayer el tema central de las Jornadas Navales que finalizarán mañana.