Oryx ha comenzado a suministrar combustible en pequeñas cantidades a través de camiones cisterna. La compañía intenta volver a la normalidad después del accidente ocurrido el pasado 21 de abril, cuando el ferri de Naviera Armas Volcán de Tamasite colisionó contra el espaldón del muelle de La Esfinge y destrozó las tuberías de la multinacional con la que se descargan y cargan los buques. Para ello, la empresa utiliza transportes por tierra para seguir su actividad. A ello se une la gabarra Petroport, que el lunes de la pasada semana cargó combustible por primera vez con la única arqueta que funciona en el citado dique ya que las otras dos han quedado inoperativas. La compañía se marca como prioridad operar al 35% de su capacidad hasta que la Autoridad Portuaria de Las Palmas repare los daños ocasionados por el accidente, cuyo plazo se ha reducido de seis a tres meses.

El consejero delegado de Oryx Iberia, Gabriel Castaño, explicó que durante la última semana se han estado realizado diferentes pruebas en las líneas de suministro que quedaron afectadas por la colisión. Así, varios camiones se encontraban a principios de la semana en el tramo afectado vaciando las canalizaciones y también probando a través de presión mediante agua que se encuentran en buen estado. Esta misma operación se ha realizado con la única arqueta disponible en la actualidad, que, según el consejero delegado, está operativa de manera segura. Por ello, comenzaron a cargar combustible a la embarcación encargada de realizar el trasiego en alta mar, el denominado bunkering.

Castaño destacó el buen funcionamiento de las instalaciones de Oryx afectadas por la colisión, que hizo que el vertido fuera de 60.000 litros de gasoil, que no llegaron a tocar la costa este de la Isla y que se evaporó en tres días. Ocho playas cerraron por precaución durante el fin de semana. A lo largo de la semana siguiente al choque la situación se normalizó con la reapertura de toda la costa.

Sobre los costes originados por el accidente, la multinacional informó de que aún no han terminado de realizar los cálculos, aunque en un principio no tenían previsto empezar a operar al 100% como mínimo hasta el próximo mes de octubre después de que el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, adelantara que se tardaría unos seis meses en finalizar las obras de rehabilitación del tramo afectado. Sin embargo, el dirigente portuario redujo el pasado viernes este plazo a tres meses después de realizar las primeras valoraciones del estado del tramo de dique afectado.

La prioridad del ente está ahora mismo en buscar alguna alternativa que permita a Oryx incrementar el trasiego de combustible con la puesta en funcionamiento de las otras dos arquetas afectadas. Una de las opciones es crear una ruta que salve el tramo afectado por el accidente durante el tiempo que duren las obras.

En este sentido, Ibarra, apuntó que ya el pasado viernes se dio la autorización a la compañía para la creación de un bypass y esperan que a lo largo de la presente semana esté operativo un segundo punto de carga y descarga. Este será el tomadero dos, donde las válvulas serán conectadas a mangueras flexibles para llevarlas hasta el noray seis con el propósito de que la canalización alcance el cantil. "El objetivo es que la semana que viene dos de los puntos de suministro estén ya funcionando con normalidad", declaró Ibarra.

De emergencia

Sobre la obra para reparar los daños causados por el accidente, el máximo dirigente portuario disminuyó su coste de los dos millones que se había calculado en un principio a los 600.000 euros. Ibarra explicó que los primeros trabajos consistirán en retirar los escombros y será entonces cuando se haga una segunda valoración de la situación en la que se encuentra el muelle y decidir si se aumenta la inversión.

Para agilizar todos los trámites, la actuación ya ha sido declarada de urgencia, por lo que a lo largo de la próxima semana se comenzará a invitar a siete empresas constructoras -aquellas que tienen certificación de obra marítima- por si están interesadas en presentar sus respectivas ofertas. Asimismo, la declaración de emergencia de los trabajos permitirá que no se tenga que esperar a la aprobación por parte del Consejo de Administración para proceder a su licitación.