La intervención para conectar la Casa Roja de las Canteras a la red de alcantarillado municipal comenzaron ayer, según informó el concejal de Aguas, Roberto Santana. La obra, que fue aprobada hace unas semanas con carácter de urgencia, pretende acabar con el riesgo de fuga de las aguas fecales que se han hallado en el sótano de la vivienda y que podrían haber contribuido a la contaminación de enterococos que mantiene cerrada a los bañistas la playa del Confital.

El último análisis realizado por los operarios de Sanidad del Gobierno de Canarias determinaron el pasado miércoles un aumento de la presencia bacteriana que ha alcanzado su pico más elevado con 480 microgramos de enterococos por 100 mililitros de agua, por lo que la prohibición al baño se mantiene al menos hasta hoy cuando se espera el resultado de una nueva prueba tomada en el litoral.

En este sentido, la concejalía de Ciudad de Mar ha decidido ampliar la motorización del Confital con un mayor número de muestras que pasarán de una a diez. Los análisis se realizarán desde el Confital hacia el interior del mar y también en dirección a La Isleta para determinar si en alguna de las zonas de cata la concentración de enterococos es más elevada. Hidrotermia será la empresa encargada de ejecutar esta tarea que solo está pendiente de que se apruebe su contratación, prevista para los próximos días.

"Hemos activado todos los procedimientos para intentar averiguar cuál es el foco de la contaminación", señaló el alcalde capitalino, Augusto Hidalgo, quien asegura que "se está trabajando arduo" por parte del Ayuntamiento para llegar hasta el origen del vertido. "Los técnicos todavía tienen que confirmar la relación directa entre la Casa Roja y las bacterias fecales", apuntó Santana. No obstante, este inmueble es el único lugar donde por lo pronto se han encontrado este tipo de aguas residuales en su sótano donde también hay una acumulación de fango.

"Al no estar conectada al alcantarillado las aguas iban a parar al sótano y esto se veía afectado por la variación del nivel del mar", explicó el edil. De ahí que además de las obras de conexión, que cuentan con un presupuesto de entre 5.00 y 6.000 euros, el servicio de Patrimonio también se encargará de la limpieza del espacio en el que Emalsa ha quitado todo el agua negra que ha podido. La retirada del lodo se llevará a cabo próximamente a través de una intervención de contrato menor que carece de carácter de emergencia ya que "la tramitación es similar". Una vez llevada a cabo esta labor, serán los bomberos los que entren en la galería que va desde la Casa Roja hasta la calle Faro para averiguar si hay conexiones fecales de otras viviendas que puedan estar afectando al mar. "El año pasado solo pudieron llegar hasta la altura de Los Nidillos, pero esta vez la idea es llegar hasta el final para garantizar la eliminación de las aguas residuales".