La Autoridad Portuaria de Las Palmas contempla ampliar el muelle de Santa Catalina. Uno de los proyectos desarrollados recoge la posibilidad de instalar un cajón separado unos 20 metros del brazo derecho del dique en el que instalar un noray para el amarre de los buques, mientras que el muelle de naciente aún tiene la disponibilidad de crecer unos metros.
Esta posibilidad, presupuestada en 2,5 millones de euros, está supeditada a la existencia de una cajonera en el Puerto, que esté ejecutando otras obras, para que se reduzcan los costes. Aun así, el presidente de la entidad, Luis Ibarra, aseguró que esta zona apenas puede crecer más debido a que cualquier actuación entorpecería la maniobrabilidad de los buques en la dársena interior.
El muelle de Santa Catalina ha sufrido notables mejoras durante los últimos años. A finales de 2015 se acabó de ejecutar la ampliación de los dos muelles: el de poniente alcanzó los 719 metros de longitud y 15 metros de anchura; y el naciente se alargó hasta los 432 metros. Ahora, la intención es realizar un ligero incremento de ambas infraestructuras en apenas 20 y 30 metros, respectivamente. Ibarra resaltó que ejecutar esta obra "no vale la pena si no hay un cajonero" en las instalaciones que abaratarían su coste.
En todo caso, el máximo dirigente portuario apostilló que el muelle de Santa Catalina apenas se puede ampliar más. "Prácticamente hemos crecido al máximo", dijo Ibarra. Y es que cualquier operación que se lleve a cabo en estas instalaciones podría afectar a la entrada y salida de los buques que atracan en los diques interiores.
La creación del noray permitiría acoger un mayor número de barcos de mayor porte. Estos además se podrán beneficiar de la explanada que actualmente se encuentra en proceso de licitación, a la espera de que en el próximo consejo de administración se dé a conocer qué empresa se encargará de su construcción. Esta última obra, que se llevará a cabo entre los dos brazos, creará 8.148 metros cuadrados de superficie. En este caso, la inversión máxima que estipula la Autoridad Portuaria asciende a 2,9 millones de euros.
La intención con la que trabaja el ente es que una vez esté finalizada esta ampliación, que tiene un plazo de ejecución de siete meses y está previsto que esté acabada antes de 2018; una naviera solicite la concesión del suelo para construir su terminal privada con la que atender a sus pasajeros en los procesos de embarque y desembarque. Y es que desde que la capital grancanaria es puerto base de algunos cruceros, el tráfico se ha incrementado un 43% en el último lustro, de 425.881 viajeros en 2011 a 610.902 el año pasado.
Con esta operación, el Puerto imita a otros grandes puertos como el de Barcelona, donde compañías como Carnival ya construyen sus propias instalaciones para atender a la clientela. Este grupo tiene programado estrenar el próximo año la mayor estación de cruceros de Europa 11.800 metros cuadrados.
