La ciudad perdió esta mañana otro ejemplar histórico de Phoenix Canariensis, una de las más antiguas de la zona, que creció durante más de 50 años en la calle Francisco González Díaz, justo a la entrada del parque Doramas y el Pueblo Canario.

Los jardineros procedieron durante esta mañana a talar el ejemplar porque según aseguró la concejala de Servicios Públicos y Parques y Jardines, Inmaculada Medina, estaba enferma y se corría el riesgo de que se cayera porque el hongo que la atacó la había dejado hueca por dentro. Se trata, dijo, de la enfermedad denominada Thielaviopsis Paradoxa, popularmente conocida como cabeza doblada, porque provoca la caída de las palmas.

Medina explicó que el hongo fue detectado durante las inspecciones y tratamientos periódicos que realiza Parques y Jardines. "Aquí se hace todo lo posible por mantener las palmeras y más éstas, que son históricas", sostuvo Medina, que recordó que cuando se remodeló el parque Doramas se retranqueó el vallado para no afectar a este ejemplar.

"Se ha talado la palmera y se han mandado muestras al laboratorio fitopatológico del Cabildo para su análisis y verificar que está afectada por la Thielviopsis", indicó.

Una media de 125 palmeras 125 palmeras se caen o son taladas cada año en Las Palmas de Gran Canaria, una circunstancia que los expertos achacan al ataque que han sufrido durante años por la Diocalandra frumenti , insecto conocido como picudín, que no tiene nada que ver con el picudo rojo y que entró en las islas en la década de los 90 del siglo pasado.

La plaga del picudo rojo ha sido controlada desde hace más de un año por el Gobierno canario, que desplegó una estrategia que permitió finalmente erradicar el terrible insecto. Los expertos lamentan que las acciones desplegadas contra el picudín o el picudo negro no hayan sido tan sistemáticas. La lucha contra esta plaga es muy complicada y una de las mejores armas es la prevención y que no se pinchen los ejemplares durante las labores culturales.

"Es una plaga específica de las palmeras, que está haciendo un daño terrible . Practicamente todas las palmeras de la capital han sido afectadas por esta plaga, que no sólo mata la palmera, sino que es un vector de tres enfermedades letales, entre ellas la Thielaviopsis Paradoxa o la Fusarium oxysporum.

Contra la Diocalandra podemos pelear, pero una vez nos mete esos hongos, no hay nada que hacer, porque son enfermedades vasculares y tarde o temprano las mata", advirtieron los expertos, que criticaron que todavía se siga pichando las palmeras en las labores culturales. "No puede ser", denunciaron, "que las palmeras del parque San Telmo, por ejemplo, las sigan pinchando. Necesitan un mimo diferenciado y las labores culturales dejan mucho que desear".

Por su parte, el edil de Unidos por Gran Canaria (UxGC), David Suárez, lamentó que la palmera talada se haya convertido en "otro símbolo destruido de nuestra ciudad" por la "falta de prevención" de Parques y Jadines. Suárez añadió que su grupo ha advertido en diferentes ocasiones del "estado en que se encuentran los ejemplares. Hoy", criticó, "asistimos con tristeza a la tala de una palmera afectada por una enfermedad que el Ayuntamiento ha sido incapaz de controlar por la falta de labores de prevención".

Recordó que en diciembre pasado presentó una moción para poner en marcha un plan integral de recuperación del Pueblo Canario, en el que se incluía la peatonalizar la calle Francisco González Díaz, que fue aprobada por los grupos.