Las retroexcavadoras acabarán dentro de 15 días con los restos del esqueleto del antiguo aparcamiento de la Cícer, bautizado como el mamotreto, que fue adjudicado en diciembre de 1998, junto con la ampliación del paseo de Las Canteras hasta el auditorio Alfredo Kraus, y nunca llegó a usarse porque fue paralizado en 2001, gracias a la lucha de los vecinos. La desaparición del proyecto de parquin permite ganar 2.500 metros cuadrados más de playa y eliminar la corcova de ese tramo del paseo, que ya ha sido sustituido por una pasarela.

Sólo se construyó la primera planta del mamotreto porque la lucha que emprendieron los vecinos de la zona obligó al alcalde José Manuel Soria a pararlo en 2001, aunque el proyecto fue consecuencia de un acuerdo alcanzado entre el alcalde Emilio Mayoral y la antigua Unelco. El alcalde Augusto Hidalgo consideró ayer que la obra "nunca debió hacerse" y el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, lo calificó como el "muro de la vergüenza de Las Canteras".

Las obras del aparcamiento subterráneo, que costó tres millones de euros, se paralizaron cuando sólo se había construido la estructura de la primera de las dos plantas previstas. La decisión de darle el cerrojazo a la obra se tomó, según recuerda Antonio Alvarado, miembro de la Plataforma Recuperar la Cícer, el día después del atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, en septiembre de 2001.

Pero antes de que Soria se decidiera a pararlo los vecinos recogieron más de 10.000 firmas en contra de la obra y se llevaron a cabo decenas de movilizaciones, entre ellas un encadenamiento, y una denuncia en la Comisión Europea que, según Alvarado, fue el factor decisivo que llevó a Soria y a su concejal de Urbanismo, Juan José Cardona, a dar marcha atrás.

El parquin se quedó a medias, pero al paseo le salió una corcova, una pendiente que han estado sufriendo los usuarios durante muchos años hasta que se esfumó hace unas semanas, con la apertura del paso por el nuevo puente que se ha levantado justo delante del GoFit y encima de la zona donde la playa ganará terreno. Hidalgo señaló que se baraja la posibilidad de rellenar esta nueva zona de playa que gana Las Canteras con la arena sobrante de la Playa Grande (entre La Puntilla y el Reina Isabel).

"La idea inicial es que de forma natural el proceso de las mareas rellene la zona de arena. Estamos pendientes de que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado para que Costas autorice el aporte de arena de la zona norte de la playa de Las Canteras al sur. Si Medio Ambiente considera que esa puede ser una buena opción, se harían aportes de la parte norte de Las Canteras a la Cícer. En caso contrario, el proceso natural de la playa hará el aporte de arena. En cuanto quitemos la barrera, las mareas harán su trabajo".

Añadió que la gente podrá ver a partir de noviembre un "escenario que será espectacular. Cuando las vallas desaparezcan y los vecinos puedan ver el mar a los dos lados van a sentirse en un sitio especial. Hemos conseguido transformar en un icono algo que era un símbolo de lo negativo, un ejemplo de lo que no se debe hacer desde el punto de vista urbanístico y medioambiental en una zona como Las Canteras que es una bomba de oxígeno". A juicio de Hidalgo, "estamos ante un momento histórico, el momento en el que la piqueta se carga este muro que nunca debió existir y comienza a verse lo que va a ser uno de los iconos de la playa, algo que es la conquista de una lucha vecinal de más 20 años, contra la construcción de un parquin en plena playa, comiéndose parte de la arena de nuestra joya de la corona". Doreste resaltó que lo ocurrido "fue una vergüenza. El gobierno municipal está cumpliendo con ese mandato de los vecinos de Las Canteras y de la ciudad. Este era el muro de la vergüenza de la playa de Las Canteras, era el muro de Berlín de la playa y este gobierno de progreso lo está tirando". Los representantes de la Plataforma Salvar la Cícer se mostraron emocionados y satisfechos por el derribo del parquin. "Estamos satisfechos de que después de veintitantos años largos y de muchas contrariedades hayamos conseguido llegar a este punto y lo queremos valorar". Antonio Alvarado recordó que el proyecto se inició en la época del exalcalde Emilio Mayoral. "La eliminación del mamotreto es un mérito de la gente que luchó por ello, no de los políticos. El valor único lo tienen los vecinos, que consiguieron que tirasen el mamotreto", aclaró.