Una vez más, la plaza de Santa Ana se convirtió este viernes en el escenario en el que numerosos vecinos pudieron pasear por los orígenes de Las Palmas de Gran Canaria que celebra este año su 539 aniversario. Elena Acosta Guerrero, directora del Museo Casa de Colón fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a las Fiestas Fundacionales con la lectura de un pregón que puso en valor la condición de Ciudad Atlántica de la capital. Un galardón recibido hace unos meses y que, según la pregonera, se debe, en gran medida, a la propia historia de la localidad y al carácter "cosmopolita, tolerante, abierto" que la convierten en "un lugar de encuentro".

Ante un casco histórico abarrotado, Acosta se subió sobre las tablas donde también quiso rendir homenaje a la memoria del profesor Antonio Béthencourt Massieu, fallecido hace tan solo unos meses a los 97 años. "Él comprendió la denominada civilización atlántica como parte de un todo: el océano", que, demás de la idiosincrasia de la Isla, "ha conformado la personalidad de la capital y sus habitantes", aseveró. Si bien aclaró que no solo es la ubicación geográfica la que ha determinado la identidad de la ciudad.

"Las Palmas surge como primera ciudad que la corona de Castilla funda en el Atlántico, 14 años antes de la llegada a América, en el siglo XV", que se consolidó en los márgenes del barranco de Guiniguada tras la llegada de Juan Rejón. "La nueva ciudad se articuló a partir de esta plaza de Santa Ana en la que hoy nos encontramos". Y es que en este espacio se reunieron inicialmente los organismos políticos, administrativos y religiosos. "Es la única con estas características en todo el Archipiélago", señaló la pregonera quien contó que el modelo se exportó a América donde existen réplicas exactas como "la plaza Mayor de Santa Fé de Bogotá o la plaza Mayor de Lima, entre otras".

Como directora del Museo Casa de Colón, Acosta recordó también el paso del conquistador por la Isla desde donde exportó en su segundo viaje plantas de caña de azúcar que, desde años antes, se cultivaban en Gran Canaria como motor económico. "La llegada a América supone la conformación de la primera gran autopista que permitió el intercambio de bienes, población, cultura, economía, ideas entre las dos orillas del Atlántico", apuntó. Un hecho que posteriormente que también trajo a corsarios y piratas como Van der Does (1599) que se tradujo en el amurallamiento de la ciudad "que se sumió en un letargo" durante tres centurias.

En su recorrido histórico, Acosta también mencionó el resurgir de Las Palmas de Gran Canaria a finales del siglo XVIII. Época en la que se crearon importantes instituciones que llegan hasta nuestros días y que contribuyeron al impulso de toda la corriente renovadora que se tradujo en "la mejora de infraestructuras y servicios". En este sentido, Acosta destacó la creación del Puerto de La Luz que se tradujo también en la creación de lazos con la comunidad inglesa y en la expansión del municipio. La zona portuaria se convertiría así en un foco de atracción de la mano de obra de otras Islas, así como se consolidaría como ventana al mundo convirtiéndose en una ciudad con gran diversidad cultural a partir de los años 60.

"Nuestra historia nos concede una identidad propia, una identidad atlántica, que es la que nos define", afirmó Elena Acosta antes de poner punto y final a su intervención con un "¡viva las Palmas de Gran Canaria!" que dio por iniciado el 539 aniversario. Después, fueron Olga Cerpa y Omara Portuondo las encargadas de poner el broche de oro a la primera velada festiva con un amplio repertorio elegido para el espectáculo La noche del pregón.