La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Antes de llegar a la televisión trabajé como modelo y bailarín de Lea Zafrani"

A Roberto Herrera no hace falta decírselo dos veces para que colabore en cualquier iniciativa solidaria

Roberto Herrera, esta semana, en el plató de 'Cerca de ti' de TVE. JOSÉ CARLOS GUERRA

Acaban de nombrarle Hijo Predilecto de la ciudad. ¿Soñó alguna vez con semejante premio?

Nunca lo imaginé ni lo esperé. Sobre todo por las circunstancias. Yo soy periodista y trabajo en la tele, pero cuando me dijeron el porqué me hacen Hijo Predilecto me gustó mucho, sobre todo porque piensan en mí como una persona colaboradora y solidaria por la cantidad de eventos que hago durante el año, colaboro, trabajo, organizo... Ese motivo me gustó bastante y eso lo remató el añadido de ser presentador de la Gala Drag.

Este galardón también es por su trayectoria profesional. ¿Cuándo supo que quería ser presentador?

Desde muy pequeño. Para recabar fondos para el viaje de fin de curso, en La Paterna, había que hacer algo y a mí eso de hacer solo una canción de tres minutos no me llenaba, así que como siempre estaba el problema de que nadie quería presentar, yo dije que hacía las dos cosas. Al principio tenía esa confusión, la ser artista o presentador. Pero un buen día presenté una escala en Hi Fi en el colegio donde yo estudiaba y con 13 años tuve claro qué quería ser porque a mí esto de comunicar me llamaba la atención y a partir de ahí fui 'directito'.

Usted se fue a Madrid a estudiar para cumplir su sueño, pero antes, ¿hizo algún pinito más?

Antes de irme a Madrid, yo estaba en el instituto Cairasco de Figueroa, en Tamaraceite, y escuché por la radio que un compañero periodista de La Provincia, David Hachuel, organizaba una gala benéfica en honor al Charlot de Las Palmas, Santiago García Ramos. Entonces yo le mandé una carta a su programa de radio, Antena abierta, y él la leyó en antena y me dijo que me pusiera en contacto con él y así lo hice. Así que yo mi carrera profesional la computo a partir de ese momento en el que me subí a aquel escenario donde presenté la gala ante miles de personas sin tener apenas todavía preparación como presentador. A raíz de eso fue cuando también entré en contacto con los medios, especialmente con Radio Las Palmas, donde Hachuel hacía el programa.

¿Y ha trabajado en alguna otra cosa que no tenga que ver con los medios?

¡Claro que sí! Para sacarme algo de dinero fui bailarín de Lea Zafrani y con ella estuve en Madrid y tres meses en Israel. También fui modelo en para una agencia alemana y estuve un tiempo entre Gran Canaria y Hannover, donde vivía. Después, a mi vuelta de Madrid, empecé como relaciones públicas en la Sala Rociera y de ahí, me llamaron para ser guía turístico en el sur de la Isla. En esos meses empecé también a hacer algo de televisión de Onda Maspalomas y mientras, para ganarme unas perrillas más, cantaba y bailaba en un show por los hoteles [se ríe].

¿Le gustaría en algún momento volver a la radio?

Cuando ya empecé a dedicarme de lleno a la televisión, en medio apareció una emisora que ya no existe y se llamaba Radio Paraíso y Radio Internacional de Maspalomas, que era la misma cadena, y ahí volví a tener contacto durante dos años haciendo ferias de turismo. Tengo que decir que estando en la radio aprendes muchísimo, pero yo siempre he sido más de la tele. Aunque todos los años mato ese gusanillo radiofónico con el Carnaval porque hago un programa en RNE.

Usted también es un icono del Carnaval y de la Gala Drag. ¿Se queda con alguna en especial?

Hasta la gala Drag era un presentador conocido solo en Canarias y de ahí para fuera, nada. Fue la Gala Drag la que me puso en el planeta, no la primera, porque solo se dio por una televisión local. Pero la segunda, que se dio por esta casa, hizo que amigos de los que hacía años que no sabía y que estaban por todo el mundo me escribieran para decirme que me estaban viendo. Así que imagínate, mi vida está agradecida a esa gala, al Ayuntamiento por confiar en mí y a los organizadores de aquella época: Israel Reyes, Anatol Yanowsky, Paco Medina... Por apostar por mí.

¿Puede contar anécdotas de las campanadas?

Tengo muchas divertidas y complicadas [se ríe]. Por ejemplo estas últimas, que quizá para mí han sido las más difíciles porque mi compañera se fue de paseo y le contaron cosas al revés que largó en directo como que Candelaria era el municipio turístico más importante de Canarias o que el Auditorio de Tenerife estaba en La Orotava. Y yo pensaba: '¿De dónde se ha sacado esto si hay un guión?'. Otra anécdota fue el año de la entrada del euro, que lo hicimos desde Gáldar y teníamos que explicar qué aquello con una moneda en la mano. Fue un currazo.

Retomando las ciudades en las que ha vivido, ¿cómo fue estar en Israel?

Impacta muchísimo, además allí estuvimos tres meses en la ciudad vieja, Old Jaffa de Tel Aviv. Allí vivíamos en un edificio rodeados de judíos y nos pilló el inicio de la Intifada. Teníamos que tocar las puertas de las tiendas que enseguida cerraban porque te lanzaban piedras. Es una ciudad muy especial, sobre todo a nivel cultural. Una de las cosas que me llamó la atención fue el ambiente nocturno, de hecho, allí conocí a Dana International antes de que se convirtiese Dana International. Pero sobre todo también te marca vivir la relación que hay entre palestinos e israelíes, allí, en la misma ciudad.

Y de su ciudad natal, ¿hay algo que eche de menos?

La vida nocturna. Cuando llegué de Madrid había muchísimo movimiento de discotecas y eso se ha perdido, aunque parece que se va recuperando poco a poco. Eso sí, a nivel cultural ha pasado al contrario, ahora hay muchísima más vida cultural y eso me encanta.

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