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Fiestas Fundacionales Hijo Predilecto

"Los diabéticos canarios son diferentes a los peninsulares"

"En esta Isla, donde también se atiende a pacientes de Fuerteventura, pueden estar tranquilos porque hay unos servicios excelentes con unos excelentes profesionales", asegura el médico especialista en Angiología y cirugía vascular

Antonio Calderín, ayer, en su consulta. JUAN CARLOS CASTRO

Acaban de nombrarle Hijo Predilecto de la ciudad, ¿se imaginó algún día que esto pasaría?

No, nunca. A mí siempre me ha gustado pasar desapercibido y, de hecho, estaba con unos amigos en Huelva cuando me llamó el alcalde para comunicármelo y le dije que si era una broma radiofónica. Después ya me convenció, pero de entrada me cogió de sorpresa [se ríe].

El premio lo recibe por su amplia trayectoria profesional. ¿Dónde se formó y por qué se decantó por la Angiología y no por otra especialidad?

Estudié en la Universidad de La Laguna y allí había una asignatura de cirugía vascular que se daba en cuarto curso. Desde un principio me gusto y, de hecho, iba a hacer prácticas en quirófano con el doctor Bencomo.

¿Siempre ha ejercido en la Isla?

Empecé haciendo la especialidad aquí y después pasé al Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona y las terminé allí. Después volví a Gran Canaria y muy orgulloso porque nací en San Roque y soy muy de la tierra.

¿Hay muchos especialistas en Angiología en Canarias?

Es una especialidad prácticamente joven, nueva, por así decirlo, pero hay cuatro servicios en las islas, dos en Tenerife y dos en Las Palmas, uno de los cuales está en el complejo Insular y el otro en el Negrín. Puedo decir que sé que los de aquí son dos excelentes servicios con unos excelentes profesionales que desarrollan la especialidad que abarca el estudio y tratamiento médico de las enfermedades de los vasos, incluidos venas, arterias y linfáticos. Y luego también está la cirugía vascular es el tratamiento quirúrgico de esas afecciones.

¿Cuáles son las afecciones vasculares más comunes en Canarias?

Aquí tenemos un gran problema con la diabetes. Los médicos siempre hemos dicho que el diabético canario es diferente al resto del territorio nacional porque aquí hay mucha patología vascular por la consanguinidad.

¿Y qué diferencias son las que encuentran al tratarlos?

Las arterias de los diabéticos canarios no son iguales que las de los peninsulares. Esto lo decimos entre comillas porque hay mucha más afección cuantitativa y cualitativa en las arterias de un paciente diabético de aquí.

¿Qué recomienda usted hacer para prevenir las enfermedades vasculares?

Depende. Si hablamos de patología arterial tenemos que tratar los factores de riesgo como son la obesidad, la tensión alta, la dislipemia, la diabetes... Hay que hacer una vida sana. Y si hablamos de patología venosa, entonces hay que tener en cuenta el peso. También es recomendable usar las medias elásticas que requieren bipedestación en trabajos sanitarios, peluquería o todos aquellos en los que haya que estar de pie. Eso ayuda muchísimo, pero tiene que ir condicionado al peso. No podemos tener 10 o 15 kilos de más porque eso es más carga para las piernas.

A lo largo de su carrera, ¿qué es lo más complicado que ha tenido que tratar?

Yo fui jefe del complejo Insular, que abarca hasta el Materno Infantil, y creo que por las características, lo más difícil es tener que tratar a niños. Para todos los que somos padres eso es bastante fuerte. Y para mí la operación más fuerte que he hecho en mi vida es tenerle que apuntar a un niño de dos meses la pierna con una isquemia irreversible. Eso me ha marcado para siempre.

¿Qué patologías vasculares son las que se dan en los niños?

Alteraciones hematológicas y iatrogénicas, a lo mejor producidas por catéteres, por dispositivos intraarteriales. Estos casos son los mínimos, no es frecuente que se produzca, pero sí se pueden llegar a dar.

¿Cómo está de avanzada su especialidad en la Isla?

En esta Isla, donde también se atiende a pacientes de Fuerteventura, pueden estar tranquilos porque hay unos servicios excelentes con unos excelentes profesionales. Pero la Sanidad no da dinero, hay que invertir y se puede ahorrar en cosas, pero se necesita personal, se necesitan medios y no se puede ser cicatero en esto. Si queremos hacer una medicina óptima hay que invertir. Date cuenta que cuando un paciente llega a medicina vascular, es un paciente que requiere una atención especial. Estamos hablando de salvar una extremidad y, a veces, de salvar una vida. Esta especialidad requiere estar al día y estar al día implica que esos profesionales necesitan unos medios y una formación.

¿Qué es lo más puntero actualmente en Angiología?

La cirugía endovascular. Tratar patologías vasculares, arteriales sobre todo, a través de métodos no invasivos. Es decir, tratando estrecheces de las arterias o dilataciones de la aorta, siempre que se pueda, con dispositivos intraarteriales.

A nivel profesional, ¿hay algo que le haya faltado por hacer?

Quizá esta nueva rama de la cirugía endovascular. Es el futuro, pero bueno, yo dejé las bases preparadas en el Hospital Insular para que lo hicieran en el servicio. En el Negrín lo tienen, pero ahora en el Insular se quedaron las bases y los medios para ello. Porque yo dejé el hospital y ahora solo me dedico a la medicina privada porque los cambios de tanto recorte son imposibles de aguantar. Aquí es donde disfruto porque no quiero apartarme del trato con mis pacientes.

Entonces, ¿no echa de menos trabajar en la Sanidad pública?

Echo de menos a mi gente. Tenía un servicio maravilloso con un ambiente extraordinario y todavía me cruzo con celadores o enfermeros y me abrazan. A ellos es a quienes echo de menos y lo que más me emociona es que esta iniciativa de hacerme Hijo Predilecto ha nacido de esta gente del hospital.

¿Usted siempre tuvo vocación de médico?

Pues en aquella época había dos carreras que me gustaban: entrar en paramilitares para hacer aviación y Medicina. Al final aprobé el acceso a la universidad y me decanté por lo segundo y no me arrepiento.

¡Quedó atrás lo de ser piloto!

[Se ríe]. La aviación sigue siendo mi afición, pero no la cambio por la Medicina.

¿Y cómo disfruta de su afición?

Pues con lectura. [Se ríe]. Cuando uno tiene hijos ya lo de subirse a un avión se lo piensa. Tengo un compañero en el hospital que tiene el título de piloto comercial y me tenía convencido para que me lo sacara yo también y me dijo de irnos a Fuerteventura pero esa semana unos hermanos se mataron en el aeropuerto de Los Rodeos, así que le dije que no contara conmigo.

Usted se ha definido muy de su tierra. ¿Cómo ve la ciudad en la actualidad?

Creo que es una gran ciudad que tiene un potencial enorme, pero ahí debemos contribuir todos, no solo las autoridades. Si queremos tener una ciudad digna, el canario de a pie se tiene que implicar.

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