Las dificultades para realojar a cuatro familias, ante la negativa de algunos a aceptar el lugar elegido por el Ayuntamiento, impide al Ayuntamiento iniciar de inmediato las obras para arreglar un talud situado entre el paseo de Chil y el paseo de San Antonio, parte del cual sufrió desprendimientos hace más de un año. Un tramo del carril derecho y la acera del paseo de San Antonio ha sido vallado por el Ayuntamiento, por orden del juez. Así lo ha asegurado el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, quien añadió que son los dueños de las viviendas los que tienen que arreglar el talud. Los propietarios consideran, por el contrario, que es el Ayuntamiento el que tiene que arreglar una parte del muro y han recurrido ante el juez el requerimiento del Ayuntamiento para que reparen el talud.
El juez por su parte, mientras dicta la sentencia definitiva sobre el contencioso, ordenó al consistorio que acotara la zona para impedir el paso sobre la acera. "Se ha procedido por parte de Vías y Obras", señalaron fuentes del gobierno municipal, "a perimetrar la zona afectada por razones de seguridad y ya se ha iniciado el procedimiento de ejecución subsidiaria para iniciar el arreglo". El pasado mes de febrero, añadieron las fuentes, "se dictó un decreto de emergencia y ya se ha redactado el proyecto con un presupuesto de ejecución, que se han remitido al Juzgado y a los propietarios, y además se ha ordenado el desalojo de las familias, por razones de seguridad, mientras se ejecutan las obras, porque las casas están muy pegadas". Sin embargo, aseguraron, la ejecución subsidiaria "no se ha podido iniciar y está sufriendo retrasos, porque los propietarios se oponen al desalojo".
En palabras de Javier Doreste, "si no llegamos a un acuerdo con los propietarios para el realojo, tendremos que ir al juzgado y que este les obligue a aceptarlo. Hemos actuado desde el principio, pero hay que respetar los plazos que marca la ley".
La comisión de pleno de Desarrollo Sostenible acordó la pasada semana acometer "de forma urgente" el arreglo de este muro y el de otro talud situado en la calle Taidía en el barrio de El Fondillo, a propuesta del concejal de Unidos Por Gran Canaria (UxGC), David Suárez, quien criticó el enorme retraso de las obras, que achacó al "conflicto" que existe entre las concejalías de Obras Públicas, que dirige Inmaculada Medina, y Urbanismo.
David Suárez consideró que el Ayuntamiento está tardando en actuar en relación con el muro situado entre el paseo de Chil y el de San Antonio, pese a que "hay una sentencia que le insta a repararlo". Advirtió que "los cuatro hierros con la red naranja que han puesto en el paseo de San Antonio para impedir que los peatones circulen por la acera es una chapuza. Como se hunda eso, se lo lleva todo por delante". Según el concejal de Unidos, "la parte del muro visto le corresponde a Vías y Obras y la de las viviendas la tiene que hacer Urbanismo, pero no se actúa". "Esperemos", añadió, "que no tengamos que lamentar otra tragedia como la ocurrida en el barrio de San Antonio hace once años", en referencia al derrumbe de un muro de la calle Pancho Guerra, que ocasionó la muerte de tres personas y 13 heridos.
El otro talud privado que está pendiente de arreglar es el que está situado en un solar de la calle Taidía, en El Fondillo. La calle se encuentra cerrada al tráfico desde las lluvias de octubre de 2015, tras el derrumbe de parte del muro. Según un portavoz del Ayuntamiento, "el servicio de Protección del Paisaje abrió un expediente al dueño del solar para que arregle la ladera, pero ha sido imposible localizarlo. Se están presupuestando las obras para hacerlo por el procedimiento de ejecución subsidiaria y se va a pedir auxilio al juez para poder entrar en una propiedad privada. Ya se ha publicado en el BOE la búsqueda del dueño y si no aparece nadie, el juzgado tiene que confirmar que no aparece y autorizarnos a entrar en la propiedad privada".
