Francisco Naranjo se encuentra en medio de una encrucijada en pleno conflicto de la estiba. Gesport Atlantic, empresa de la que es administrador, recibió el pasado 2 de junio la licencia para la carga y descarga de contenedores y desde entonces evalúa si accede a la Sociedad Anónima de Gestión de la Estiba (Sagep) o si espera a que se aclare hacia donde va a caminar el sector, que se encuentra en proceso de transformación. Naranjo sufre presiones por parte de los trabajadores para que entre en la Sagep y las compañías le niegan contratar a través de ellas los portuarios para así poder desempeñar su labor a partir de mediados del próximo mes, cuando se espera que la terminal polivalente que explota en las antiguas instalaciones de Contenemar, en el muelle de Gran Canaria, esté lista para el movimiento de containers.

El principal conflicto es el existente con el resto de empresas que conforman el pool -Opcsa, La Luz Boluda y La Luz Market-. Estas se niegan a nombrar personal para que realicen las labores de estiba y desestiba a Gesport Atlantic mientras la terminal estudia si entra en la Sagep o si demora su decisión para estudiar si firma parte de un futuro Centro de Empleo Portuario (CEP), la figura jurídica que el decreto ley utiliza para sustituir a la actuales Sagep.

El director ejecutivo de la terminal afirmó que las empresas toman esta decisión porque "están temerosas de un proyecto como el Gesport", algo que le pareció "una fantástica noticia" porque, añadió, significa que "algo estamos haciendo bien". Y es que hasta que recibió la licencia por parte de la Autoridad Portuaria, la terminal estaba contratando estibadores a través de segundas empresas, toda vez que hasta entonces se estuvieron realizando tareas de carga y descarga de materiales.

Comisión de la competencia

Naranjo indicó que en el caso de que la Sagep le siga negando portuarios, "están los juzgados". "Hay una cosa que se llama comité de la competencia", aseveró. Y apostilló que "Gesport va a trabajar" ya que entiende que después de esperar más de dos años para obtener la licencia y realizar una inversión de cinco millones de euros, "no serán otras empresas quienes veten la entrada de Gesport porque temen la competencia".

A estas diferencias entre las empresas se unió el pasado miércoles las presiones de los estibadores, que acudieron hasta las instalaciones del muelle de Gran Canaria para exigir a Gesport su entrada en la Sagep, llegando incluso a intentar cerrar las puertas de las instalaciones a pesar de que aún no está operando como estibadora. Ante estas movilizaciones, Francisco Naranjo ha iniciado el proceso para entrar en el pool con la solicitud de información de su situación actual porque, como explicó, "creo que poca gente que en su sano juicio compraría un 15% de una sociedad que arrastra una deuda por 14 ó15 millones de euros, no voy a hacerme responsable de esa deuda". Y agregó que entraría "mañana", pero "no voy a anotarme un déficit que no he generado yo". Y criticó la "barrera" que supone pagar 600.000 euros para ingresar en la entidad con el 16% de los cuatro millones de capital social. En su opinión, esta cantidad tan alta "atenta a la libre competencia".

En cualquier caso Naranjo aseguró que van a seguir el modelo que se establezca en el Puerto y siempre con trabajadores de la Sagep. Aunque ante sí tiene la posibilidad de convertirse en la primera terminal de España que se acoja a la nueva legislación tras la reforma del sector que liberaliza la contratación de estibadores. "Podríamos nombrar personal desde fuera de la Sagep, podríamos hacerlo, pero creo que no somos tan valiente para ser los primeros en España en tomar esa decisión", sentenció.