El 12 de marzo de 1731, un sacerdote franciscano, un capitán del ejército español y un indio eran testigos de la lectura de la orden de Felipe V por la que se entregaba a un grupo de colonos procedentes de Canarias tierras y animales para instalarse en lo que hoy es San Antonio de Texas. El grupo había partido desde Santa Cruz de Tenerife un año antes y, tras una travesía por mar y tierra desde las Islas hacia Cuba, pasando por México hasta su destino, llegó el 9 de marzo de aquel año a lo que entonces era conocido como el territorio español de Nueva España. El 2 de julio eligieron un lugar en el que levantar la iglesia y el edificio gubernamental de San Fernando de Bexar, hoy conocida como San Antonio de Texas, en Estados Unidos.
Así comienza la historia de aquellos isleños pioneros en territorio español y que, posteriormente, fue anexionado por EEUU. La Asociación de Descendientes Canarios (CIDA) y los isleños residentes en esa ciudad quieren ahora erigirles un monumento para honrar su memoria con motivo de la celebración del 300 aniversario de la fundación de la ciudad. El monumento, que cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento de la ciudad, espera ser costeado con aportaciones públicas y privadas.
El doctor vicepresidente del comité ejecutivo para el aniversario de la Fundación de San Antonio por los canarios, Alfonso Chiscano, y el abogado y escritor de varios libros sobre la historia de estos pioneros, Armando Curbelo Fuentes, presentaron ayer el proyecto en el Real Club Náutico de Gran Canaria, para el que se busca financiación.
Cuando llegaron los isleños a San Antonio de Texas, el territorio estaba ya habitado desde 1718 por misioneros y soldados proveniente de España y por los indios, naturales de la zona. Por esa razón, la estatua, que ha sido ideada por el escultor Armando Hinojosa y que ha sufrido varias variaciones, contará con cinco figuras en representación de cada uno de estos grupos humanos, aunque para simbolizar a los 55 primeros isleños se levantará una pareja.
"Ya me gustaría poner a los 55 canarios pero cada figura cuesta 150.000 dólares [132.900 euros]; si cada canario da un euro sacamos las estatuas, que costará unos 670.000 euros, en tres días", puntualizaba el cardiólogo, que ya ha puesto dinero de su bolsillo para llevar a cabo este grupo escultórico, cuya base será sufragada por el Cabildo de San Antonio de Texas.
Ayer mismo se reunían con el presidente del Cabildo grancanario para ponerle al corriente de la iniciativa, y algunas administraciones públicas y empresas les han prestado ya su apoyo, aunque dinero de momento no hay en la cuenta. La propia página web del CIDA da cuenta como se puede contribuir a la construcción del monumento.
En el centro histórico
La escultura será realizada en bronce y se colocará justo en el centro histórico de la ciudad, donde se levanta el Ayuntamiento, la Iglesia, y la Corte -similar al Cabildo insular- en la llamada plaza de las Islas. El monumento se sumará a la placa que ya existe en recuerdo de estos primeros colonos y la iglesia de San Antonio, la parroquia católica más antigua de EEUU.
El cardiólogo Chiscano, nacido en Santa Cruz de Tenerife y que desde que se doctoró ha vivido en Estados Unidos, explicó que el próximo año habrá un extenso programa de actos para recordar que la fundación de la ciudad se debe a este grupo de canarios. "Si no hubiera sido por ellos, San Antonio de Texas no hubiera tenido municipalidad", dijo para recordar la importancia que los inmigrantes isleños tuvieron en las primeras instituciones. "Se nombró un alcalde y nueve concejales; que es justo lo que hay ahora, aunque 300 años más tarde", añadió el médico, quien recordó la importancia de que los isleños continúen estableciendo lazos con San Antonio de Texas a nivel económico "esté o no Donald Trump".
Entre las actividades que se están programando para la celebración los organizadores también esperan contar con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para impartir un seminario en el que explicar cómo viven los canarios en el siglo XXI.
De los 55 inmigrantes isleños que salieron del Archipiélago, 46 de ellos eran naturales de Lanzarote y, el resto, de otras islas. De El Hierro y La Gomera no figura nadie. Hoy en día, la CIDA está constituido por 150 norteamericanos, aunque Chiscano cree que hasta 2.000 personas podrían ser descendientes de aquellos isleños.
El abogado Curbelo destacó que el monumento servirá para rescatar esa parte de la historia que apenas se conoce. "Allí solo se habla de la batalla del Álamo [ cuando el 6 de marzo de 1836 los colonos norteamericanos secesionistas huyeron del territorio en manos del ejército mexicano] y la invasión del Norte al Sur en la Guerra de Secesión. Pero allí estuvieron los canarios, que fueron los primeros en sufrir el asedio de las cuatro tribus de indios y de firmar los primeros pactos de paz con ellos".
