El vertido de unos 5.000 litros de fuel que se produjo en la madrugada del lunes en el Puerto de Las Palmas está prácticamente controlado y no se espera que llegue a la costa porque está disperso y es menos denso. Así lo indicó ayer el subdirector del Puerto, José Fernández, después de que durante el lunes y el martes se activara el Plan Específico de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Canarias (Pecmar) en situación de emergencia 1 ante la posibilidad de que al menos un tercio del combustible que no había podido ser controlado llegase a tocar tierra.

Fernández explicó en rueda de prensa que la rotura de una tubería de la empresa Aegean Bunkering Combustibles, una empresa internacional dedicada a suministrar combustible a buques y que opera desde 2010 en las Islas, liberó al mar "solo un poco de combustible".

La tubería pertenecía a una galería del muelle Grande, aunque la empresa también suministra desde los muelles de Primo De Rivera, León y Castillo y desde el pantalán De Cory (Fransary).

Este periódico intentó ayer sin éxito hablar con la empresa para conocer su versión sobre la causa los hechos que están siendos ya investigados por Capitanía Marítima.

Fernández añadió que el mismo lunes se activaron los medios que existen dentro del recinto portuario para este tipo de incidencias y se extendieron las barreras anticontaminantes para después aspirar la mancha. "De inmediato Aegean Bunkering Combustibles lo detectó y cortó el suministro, pero no pudo evitar que se escaparan unos 5.000 litros. Una tercera parte se quedó en la galería y se extrajo, otra parte se derramó y, como estaba cerca del muelle, la compañía lo eliminó, pero el resto siguiómar adentro y, como era de noche, no se pudo comprobar el alcance hasta el día siguiente".

Asimismo se establecieron los medios de Salvamento Marítimo para combatir el combustible en aguas abiertas. Una operación que, según el sudirector del Puerto, "es siempre más complicado".

"Desde entonces se ha tratado de aspirar el vertido empleando técnicas de extracción y de dispersión que han evitado que haya llegado a la costa", dijo, después de haberse reunido por la mañana en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno canario (CECOES) responsables del Ejecutivo regional, Cabildo, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y Autoridad Portuaria de Las Palmas y conocer el estado de la mancha, que seguía siendo supervisada desde el aire por helicópteros el Grupo de Emergencias del Gobierno canario y de Salvamento Marítimo.

No obstante, Fernández subrayó que la mancha no había sido de mucha importancia, ya que se derramaron al mar "menos de 2.000 litros de combustible".

Se trata del segundo incidente relevante de estas características que se produce este año en el Puerto, después de que un buque de la naviera Armas se estrellara el pasado mes de abril contra el dique Nelson Mandela. Entonces se derramaron 60.000 litros de combustible, aunque la mayoría del fuel fue retirado se cerraron las playas de San Cristóbal a Gando por precaución. Finalmente, no se detectaron restos en tierra pese a que la mancha era de tres kilómetros.

El subdirector del Puerto advirtió, sin embargo, que se podrían generar bolas y pequeños fragmentos que, tarde o temprano, llegarían a la costa. "Eso es posible, pero sería en cantidades pequeñas". "También es posible que la mancha nunca llegue a la costa, porque su dispersión ha sido grande", recalcó a continuación. Y negó que la mancha hubiera llegado a Las Alcaravaneras porque se instalaron tres barreras para evitar que el fuel llegara a la playa.

"Afortunadamente es poco frecuente este tipo de situaciones en el Puerto, que mueve 2.500 millones de litros al año aproximadamente, unos 7 millones de litros al día en este tipo de tuberías o de gabarras. Ayer se escaparon 5.000 litros, pero esto ni es frecuente ni ocurre todos los días", puntualizó, mientras indicó que Aegean carece de antecedentes de este tipo en el Puerto.

En el caso de que se derive alguna sanción, las multas, si son leves, alcanzarían hasta los 60.000 euros, y si fueran graves hasta 120.000 euros.