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El Puerto da el visto bueno a la pasarela que une el Sanapú con Las Canteras

Los técnicos subsanan detalles del proyecto original

Simulación de la pasarela Onda Atlántica que salvará la Avenida Marítima. ESTUDIO ONDA ARQUITECTURA

La Autoridad Portuaria de Las Palmas tiene previsto llevar al próximo consejo de administración la autorización para la construcción de la futura pasarela Onda Atlántica, que salvará la Avenida Marítima desde el muelle de Sanapú hasta el mercado del Puerto. Esta decisión se toma después de varias reuniones en las que participaron el ente portuario, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo de Gran Canaria para subsanar algunos detalles técnicos, entre ellos el gálibo que pasa a tener más de cinco metros de altura en vez de los tres que estaban previsto en el proyecto ganador del concurso público.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, precisó ayer que la altura de esta estructura en el vial interno del recinto portuario -la avenida de los Consignatarios- provocará algunos cambios en el tránsito de los vehículos que transportan mercancías especiales, que se produce en contadas ocasiones, dos o tres veces al año a lo sumo. Así, indicó que se ha ideado un trayecto alternativo por el que estos transportes que necesitan más espacios utilizaran el cantil del muelle, junto a la fachada naciente del acuario Poema del Mar, la plaza de Canarias y a contrasentido por el Arsenal para conectar el Puerto con la Avenida Marítima a través de Torre Las Palmas.

Ibarra, asimismo, quiso tranquilizar a los transportistas. El secretario de la Federación de Empresarios del Transporte, José Ángel Hernández, mostró su preocupación porque, con la información con la que contaban, entendían que los camiones con contenedores o las guaguas no podrían pasar por la avenida de los Consignatarios por la baja altura del paso elevado. "Por la información que hemos tenido, la altura será de 3,2 metros y en nuestro caso los camiones normales tienen 4,5 metros", por lo que tendrían problemas para trasladar mercancía desde el recinto portuario hasta zonas como las naves humanitarias o los cruceros, que a su vez obligaría a los camiones a llegar hasta San Cristóbal para dar la vuelta y acceder al muelle de Santa Catalina. En este sentido, Ibarra aseguró que los técnicos portuarios han tenido en cuenta las dimensiones de los transportes y la estructura, por lo que no se verán afectados.

A colación de esta problemática, otras fuentes se quejaron de los contratiempos surgidos por el control automático de salida de la Guardia Civil, que sólo permite el paso de aquellos vehículos de transporte que estén registrados en la Autoridad Portuaria. Según estas fuentes, existen numerosos casos en los que el sistema no detecta determinada matrículas, por lo que obliga a los camiones que quieren ir del interior del Puerto al muelle de Santa Catalina a llegar hasta San Cristóbal para cambiar de sentido, lo que genera un incremento del trayecto, más tiempo y, por ende, un coste del transporte superior.

Sobre la pasarela, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, declaró ayer que en cuanto se lleven a cabo "un par" de trámites burocráticos, entre ellos la aprobación por parte del consejo de administración, se procederá a la licitación de la obra. El edil afirmó que espera que entre septiembre y octubre se lleve a cabo el proceso de concurso público, que se resolverá en cuestión de un mes. Con estas previsiones, el Consistorio espera que los trabajos comiencen antes de 2018, como precisó Doreste.

El concejal declaró que la tardanza en la ejecución de esta obra se debe a que la pasarela, cuyo concurso de ideas se falló en febrero de 2015 por la anterior corporación municipal, que escogió el diseño del equipo de arquitectos Javier Haddad, Luis González y Ramón Checa; carecía de un proyecto redactado y tampoco contaba con un estudio geotécnico. "Todo eso lo hemos tenido que hacer nosotros", apostilló. Asimismo, los técnicos del Cabildo y del Puerto exigieron una serie de cambios de la idea inicial, que se ha adaptado para así acatar la legislación vigente.

Para esta actuación, la corporación municipal destinará una partida de 2,6 millones de euros para los ejercicios 2017 y 2018 dentro del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan).

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