El Ayuntamiento se ha visto obligado a cambiar la ubicación del escenario de las fiestas del Carmen de La Isleta apenas unos días después de estrenarse con la gala de elección de la Reina el pasado viernes, porque la instalación interfería en la salida y entrada de camiones del Regimiento Canarias 50, situado en la calle 22 de Mayo de 1986, y por la situación de alerta terrorista. El escenario ha pasado esta semana desde la explanada de El Sebadal a las canchas deportivas municipales Porto Pi, en la calle Guanaben, donde se desarrollará el resto de los actos programados hasta el próximo sábado, 29 de julio, que se celebrará el concierto de El Vega, y con el que se cerrará oficialmente la edición de 2017.

El concejal de Unidos por Gran Canaria, David Suárez, mostraba esta semana su perplejidad ante tal desconcierto municipal y se preguntó cómo era posible que el responsable del distrito de La Isleta y Guanarteme, el concejal Sergio Millares, y la directora de Seguridad, Eulalia Guerra, hubieran firmado y dado el visto bueno al plan de seguridad de las fiestas teniendo en cuenta que todo el mundo sabe el estado de alerta en el que se encuentran todas las ciudades españolas desde hace meses.

"A quién se le ocurre autorizar un evento de pública concurrencia junto a un recinto militar cuando estamos en nivel 4 de riesgo alto de atentado terrorista. Además bloqueando la entrada y salida del propio recinto militar. Ni Millares se entera de lo que firma ni la responsable de seguridad está en lo que tiene que estar", dijo el edil.

El concejal del distrito Isleta y Guanarteme, Sergio Millares, explicó al respecto que la comisión de fiestas de la Virgen del Carmen, que este año es nueva, eligió la explanada de El Sebadal, donde antiguamente se celebraban los actos antes de que se hicieran en el salón parroquial, y que el Ayuntamiento lo aceptó para que los festejos "adquirieran otra dimensión" dado que el pasado año el Ayuntamiento las incluyó dentro de las fiestas de la ciudad por su arraigo popular.

"Nosotros estuvimos encantados, lo aceptamos y se hizo un plan de seguridad para que salieran los militares. Luego nos indicaron que eran insuficientes las medidas que habíamos adoptado y alegando que estábamos en alerta. En base a eso decidimos cambiarlo a las canchas de Porto Pi", puntualizó el concejal, quien subrayó además que con el cambio de escenario se había "salido ganando".

El concejal añadió que el plan de seguridad que se realizó -un trámite obligatorio que tienen que asumir las comisiones de fiestas para que el Ayuntamiento les permita realizar eventos en la calle- se aplicaban todos los criterios para la protección de la ciudadanía y "de situación especial" en el que se encuentra la ciudad. "Se nos indicó que estábamos muy pegados a la puerta, y no hubo problema ninguno con cambiarnos", remarcó.

El edil, con todo, no supo cuantificar el coste que había supuesto el desmontaje del escenario y su montaje de nuevo en las canchas deportivas de Porto Pi.

Suárez denunció además que en la improvisación tampoco se habían dado cuenta de que una de las calles de acceso está en obras. "Esperemos que el plan de seguridad y autoprotección sí esté elaborado correctamente y no se cometan más errores", afirmó sobre el cambio de ubicación, al que llamó "un parche" más de los del concejal.