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El muelle Reina Sofía gana diez metros de calado con la retirada de un pecio

El buque se encontraba hundido en la zona de reparaciones navales desde el año 2010

El muelle Reina Sofía gana diez metros de calado con la retirada de un pecio

El Puerto recuperará hoy hasta diez metros de calado en el muelle Reina Sofía. Las empresas Técnicas y Montajes Subacuáticos (TEMS) y Perforaciones Trujillo, que conforman la unión temporal de empresas Extracción buque Lirio, tienen previsto finalizar este miércoles los trabajos para retirar del lecho marino el citado barco pesquero, que desde 2010 estaba entorpeciendo la operatividad en la zona de reparaciones navales del citado dique. Esta operación, que se adjudicó por 538.650 euros y que han finalizado un mes antes de lo previsto, permitirá ampliar el calado en algunas zonas hasta los 17,5 metros.

El atunero se hundió en enero de 2010. El barco había sido construido en 1972, contaba con 49,41 metros de eslora, otros 8,64 de manga y 4 de calado. Navegaba con bandera de Ghana y pesaba 404 toneladas. Antes de la zozobra, los técnicos portuarios habían revisado la embarcación y señalaron que contaba con ocho cubas para el mantenimiento de las capturas en proa y otras cuatro dentro de la cubierta inferior de la estructura. Asimismo, comprobaron que parte de la maquinaria de pesca, de cubierta, motor y maquinaria auxiliar habían sido parcialmente desmanteladas, según se indicó en el pliego de condiciones para la adjudicación de los trabajos. Y sólo quedaba una grúa que, según los técnicos, "posiblemente" era destinada a manipular el recogedor de redes. "En el momento del hundimiento el buque se encontraba fuera de operatividad, maniobrabilidad y navegabilidad", añade la documentación incluida en el expediente.

A 57 metros del cantil

La Autoridad Portuaria de Las Palmas sacó a licitación en julio del año pasado la obra para su retirara con el objetivo de obtener un mayor calado ya que, con la presencia del buque en el fondo del mar, la operatividad de los buques que accedían a la zona de reparaciones navales del astillero de Repnaval se veía afectada. En concreto, el pecio estaba situado a la altura de las nuevas instalaciones del grupo CCB - Zamakona Yards, entre los norays 11 y 14, y a 57 metros de la línea de atraque. En ese espacio, el lecho marino se sitúa de media en 17,5 metros de profundidad, aunque con la presencia de esta estructura esta cota disminuía hasta los 7 y los 8 metros en algunos puntos.

El pasado 21 de junio, la citada UTE comenzó los trabajos para retirar del agua el atunero. Las empresas se encargaron de dividir la estructura en nueve partes mediante el hilo de diamante, una novedosa tecnología que recientemente ha puesto en marcha la mercantil Cadiser, encargada a su vez de extraer del agua el buque Alexandra, que se hundió en diciembre del año pasado en el pantalán de Cory. Cada una de estas piezas tenían un peso que oscila entre las 14 y las 180 toneladas, según informó ayer la Autoridad Portuaria en un comunicado.

A lo largo de los últimos meses, las empresas han ido retirado cada uno de los cortes del fondo marino. Los dos últimos que aún quedan en las profundidades serán izados a lo largo del día de hoy, liberando de esta forma la zona de reparaciones navales para la correcta maniobrabilidad de los buques que accedan a los citados astilleros y también a esta de línea de atraque.

Los bloques de metal han sido depositados en un recinto preparado para que se produzca un nuevo corte en piezas más pequeña con el propósito de que sea desguazado, como se recalca en la misma nota.

Estos trabajos tenían como fecha de finalización el próximo 23 de agosto, aunque finalmente la UTE ha conseguido acabar los mismos con casi un mes de antelación.

En los últimos años, la Autoridad Portuaria ha retirado varios buques hundidos para así mejorar la operatividad de sus muelles. Uno de los últimos fue el Ceres II, un pesquero abandonado que había sido interceptado por la Policía Nacional durante una operación en cuyo interior se incautaron 3.500 kilos de cocaína. Este barco se hundió en 2007 cerca del muelle León y Castillo, entre los norays 43 y 47. Al igual que ocurriera con el Lirio, la empresa TEMS se encargó de los trabajos para recuperar el pecio. Durante los tareas de corte del buque e izado, los operarios llegaron incluso a encontrar un fardo con un kilo de cocaína, que estaba escondido en un compartimento secreto que los narcos habían creado para dificultar la búsqueda a los agentes en caso de que fueran interceptados. Y es que TEMS tuvo dificultades debido a las modificaciones que se habían realizado en el buque.

Esta actuación, que se realizó en 2015, permitió incrementar el calado de la dársena interior, entre los muelles León y Castillo y Santa Catalina, para así mejorar la entrada y salida de los grandes cruceros que llegan hasta el Puerto de La Luz. Ademas, se reducían así los problemas que podían surgir con la posible ampliación del dique para las embarcaciones turísticas.

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