Las Coloradas vivió ayer uno de sus peores días al conocer a primera hora de la mañana la noticia de que el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil había localizado en la playa de El Confital el cuerpo sin vida del joven Adasat, de 17 años, nacido en el barrio y cuya pista se perdió sobre las seis de la tarde del lunes.
El joven, que ahora vivía con su familia en La Isleta, disfrutaba con otros amigos de la fiesta de cumpleaños de su hermana menor, de 13 años, cuando la diversión se convirtió en tragedia.
El cuerpo del joven será incinerado hoy en el tanatario de San Miguel, a las 19:30 horas, después de que en el Instituto Forense se le practicasen las correspondiente pruebas para conocer la causa exacta de su muerte.
Su abuelo materno, vecino de Las Coloradas , mostraba ayer tarde su enfado porque los equipos de rescate, aún sabiendo dónde se encontraba el cuerpo de su nieto ya sin vida, no lo hubieran sacado del agua el mismo lunes. "Nos han hecho pasar una mala noche sin necesidad", comentaba Angelito, como así se le conoce en el barrio, en relación al dolor que ha supuesto para la familia esperar a la orilla del mar sabiendo que estaba localizado. A las siete y media del día de ayer el cuerpo de joven era recuperado del agua después de que media hora antes se hubiese reanudase el operativo.
"Yo mismo dije que me tiraba a por él pero me dijeron que me tranquilizará que lo iban a sacar, y les creí", puntualizaba el abuelo, mientras informaba a los vecinos que se le acercaban por la calle para darle el pésame.
Desaparición
El enojo de ayer se sumaba al que tuvieron el mismo día de la desaparición del joven, cuando los equipos de emergencia y socorro que se desplegaron en su búsqueda tras recibir la alerta del 112 del Gobierno de Canarias a las 18:08 horas desconfiaron en un primer momento de que el chico se hubiera ocurrido algo de gravedad al hallar sus ropas en orilla de la playa. El menor padecía epilepsia y la familia ya se temía lo peor.
En el operativo de búsqueda se desplegó un helicóptero Helimer y una embarcación de Salvamento Marítimo y un helicóptero de rescate y unidad de tierra del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno de Canarias (GES). También una patrullera de la Guardia Civil y el grupo especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y personal de la Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, Salvamento y Rescate y Servicio de Urgencias Canario.
El abuelo relató que Adasat conocía bien Los Bufaderos y que se había zambullido miles de veces en sus aguas sin que nunca hubiera pasado nada hasta este lunes, en que perdió la vida.
La zona donde ocurrió la tragedia es rocosa y muy conocida entre los isleteros, bañistas y surfistas de El Confital porque cuando hay marea alta el agua entra con fuerza y sale por los agujeros que encuentra como si de un géiser se tratase. Incluso se han instalado fuertes sogas amarradas a la piedra volcánica para que los bañistas puedan salir del mar si se ven en apuros. También por ello se ha convertido en una zona de juegos para los menores habituales de la playa.
El fallecimiento del joven ha caído como una losa entre los chicos de su edad del barrio, y especialmente en el IES Franchy Roca, donde Adasat estudiaba. Este curso el joven había terminado Secundaria y, según su abuelo, iba a estudiar un ciclo de Formación Profesional.
Los vecinos de Las Coloradas y de La Isleta se volcaron desde el primer momento en que ocurrió la tragedia con la familia. Al padre, que estaba trabajando en Lanzarote, hubo que avisarle de lo ocurrido por teléfono.
Durante la noche del lunes en El Confital les acompañaron dándoles ánimo y ofreciéndoles tazas de café y tila para pasar el duro trance. Lo mismo ocurrió ayer, aunque a puerta cerrada en la casa familiar.
