Las fiestas de San Lorenzo cumplen en esta edición, aunque no se sepa a ciencia cierta, 336 años de historia, pues el pueblo se constituyó como parroquia y municipio en 1681. Según Juan José Laforet, cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria y pregonero el próximo sábado 29 de julio, los primeros fuegos artificiales llegaron a España a finales del siglo XVII. Este hecho coincide en el tiempo con la creación de la parroquia y su constitución como localidad.

Según el historiador existen alusiones al poblamiento del Lugarejo de Tamareceite, como se conocía la zona en ese entonces, desde poco después de la conquista. Ya a finales del siglo XVII había una ermita dedicada al Santo. El templo se ampliaría en la centuria siguiente en concordancia con el aumento de los fieles del barrio. En 1746 el edificio tenía, casi, su aspecto actual. Estos trabajos se realizaron gracias al esfuerzo y las aportaciones económicas de muchos vecinos.

Varios periódicos grancanarios se hacían ya eco de las fiestas del pueblo agrícola en la década de 1860. Las crónicas de la época hablan de los "tradicionales" festejos, las quemas de voladores y parrillas, y la "popular" feria de ganado.

En 1939, en plena Guerra Civil, el municipio se anexiona de forma violenta al de Las Palmas de Gran Canaria. A pesar de esto, las celebraciones en honor de su patrón continuaron con gran devoción, en un tiempo marcado por la austeridad de la posguerra. Aún así, las parrandas y los bailes de Taifas nunca faltaron, indica Laforet. "En las décadas de los cincuenta y sesenta la gente estrenaba ropa, siempre fueron unas fiestas con señorío y nunca se perdió ese sentimiento de identidad propia", relata el cronista quien vivió esa época gracias a los vínculos familiares que tenía en el pueblo. Un tiempo en el que ya se reunían las familias entre asaderos y ventorrillos.

La década de los setenta traería nuevos aires a las fiestas. De esta manera, los primeros 'volcanes' de fuegos artificiales comenzaron a cubrir el cielo de Gran Canaria con la vistosidad que lo hacen en la actualidad.

Durante su discurso, Laforet afirma que se encargará de recalcar los vínculos entre el antiguo término municipal y la capital. "Las Fiestas de San Lorenzo son las segundas más importantes de la ciudad después de las Fundacionales, por eso hay que honrar y recordar aquel municipio que desapareció", señala el historiador. "Ellos nunca perdieron esa consciencia, hoy sus habitantes siguen diciendo que viven en el pueblo de San Lorenzo", recalca.