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Tecnología punta para liberar al Puerto de un pecio en el Reina Sofía

La empresa TEMS corta por primera vez un barco hundido con hilo de diamante

La unión temporal de empresas Extracción buque Lirio, compuesta por Técnicas y Montajes Subacuáticos (TEMS) y Perforaciones Trujillo, ultimaba ayer la remoción de los restos del Lirio, un barco de 793 toneladas hundido en la zona de reparaciones navales del muelle Reina Sofía. Estas compañías utilizaron por primera vez una máquina con hilo de diamante para proceder al despiece del pecio. Esta tecnología ha permitido acabar la retirada del barco un mes antes del plazo previsto.

El director de operaciones de TEMS, Jorge de la Portilla, explicó que durante los dos últimos años han desarrollado junto a la multinacional Hilti una nueva maquinaria con la que poder realizar unos cortes más eficiente. El germen de esta idea tuvo lugar en los trabajos realizados en otro pecio, el Ceres II, que zozobró en 2007 junto al muelle León y Castillo. Como reconoció De la Portilla, en aquella actuación tuvieron numerosas dificultades debido a las modificaciones que se habían realizado en la estructura ya que el buque había sido preparado para el traslado de droga. No obstante, el Ceres II había sido interceptado en alta mar por la Policía Nacional con 3.500 kilos de cocaína en su interior. "Había mucho lastre adicional, con hormigón y revestimiento, que dificultaron el corte", explicó.

Aunque fueron precisamente esas dificultades las que llevaron a TEMS a idear una nueva manera de despiezar los barcos hundidos para así agilizar el proceso. "A raíz de esa experiencia llegamos a la conclusión de que el corte tenía que ser distintos y empezamos a desarrollar esta nueva tecnología", apunta el director de operaciones, que en la mañana de ayer seguía desde cerca los últimos trabajos que estaban previsto que acabaran este miércoles, aunque la última pieza, finalmente, será izada a lo largo de la mañana de hoy.

La prueba de fuego del hilo de diamante estaba en el pecio Lirio. Los ejecución de la obra comenzó el pasado 24 de marzo y está previsto que acabe hoy, un mes antes de lo establecido en el contrato firmado con la Autoridad Portuaria de Las Palmas, que adjudicó esta actuación a la citada UTE por 538.650 euros. Durante estos meses, un equipo de ocho personas, que en algunos casos se ha ampliado hasta casi una quincena, se ha encargado de reflotar las piezas.

El operativo está compuesto por una pontona de 280 metros cuadrados, donde está fijada la máquina para el despiece y que se hunde hasta el lecho marino apoyada en unas patas de 28 metros de longitud que se quedan ancladas en el fondo. A través de un sistema compuesto por varias cámaras subacuáticas se ha seguido la evolución de los trabajos hasta que cada una de las nueve piezas han sido separadas del resto de la estructura.

El siguiente paso ha consistido en el izado de cada una de ellas una vez cortadas. Para ello, como explicó Jorge de la Portilla, se han utilizado globos, que han llegado a levantar trozos de hasta 180 toneladas. Un remolcador ha trasladado estos bloques de metal hasta el cantil del muelle, donde las grúas se han encargado de posarlos.

El despiezado de cada una de las piezas se han realizando en el mismo dique Reina Sofía, donde una maquinaria compuesta por una pinza de corte de acero las ha reducido a trozos pequeños para, con posterioridad, trasladarlos a una planta de desguace. En este caso, como precisó De la Portilla, la operación se ha visto facilitada porque el barco, que zozobró hace ya siete años por una vía de agua, apenas tenía residuos en su interior.

Estos trabajos permitirán una mejor operatividad de los buques que accedan a la zona de reparaciones navales, sobre todo aquellos que utilicen las instalaciones del grupo creado por la noruega CCB y Zamakona Yards, pues en algunos puntos se gana hasta diez metros más de calado hasta alcanzar la cota máxima de 17,5.

La compañía TEMS espera continuar con operativos de este tipo durante los próximos años. Y es que la Autoridad Portuaria ya ha indicado que uno de los propósitos que se han marcado es la retirada de los pecios que se encuentran en la dársena de África, entre los muelles de La Esfinge y Reina Sofía, para desarrollar esta zona.

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