La Autoridad Portuaria de Las Palmas espera recibir en lo que resta de año las primeras solicitudes formales para instalar en el recinto un depósito de gas natural licuado que permita tanto el almacenamiento del combustible para su posterior traslado a la costa africana como en un futuro potenciar el abastecimiento de los propios buques que reposten en La Luz. "En los últimos meses estamos asistiendo a un gran interés por el sector del gas licuado por establecerse aquí y confiamos en tener entre una y dos ofertas de solicitud de concesión antes de que acabe el año", aseguró ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra.

Las dos empresas que han mostrado su disposición para poner en marcha el depósito son, en palabras de Ibarra, "de capital internacional y con experiencia en el sector". Ambas se suman a la terna formada por Disa, Cepsa y Enagás, que en tiempos recientes también han mostrado su interés por prestar el servicio de suministro de gas natural licuado a través del puerto capitalino.

Aunque las potenciales concesionarias presenten sus proyectos y las correspondientes solicitudes a lo largo de 2017, el gas natural licuado no llegará a La Luz de manera inmediata. Antes de que las instalaciones se pongan en marcha tendrá que completarse el procedimiento administrativo correspondiente, en el que deberán incluirse los trámites de competencia o concurso, el periodo de información pública marcado por la ley o la evaluación ambiental, entre otros requisitos. "Administrativamente tienen un recorrido muy largo que puede tardar unos cuatro años", aclaró el responsable de la institución portuaria.

Mientras se despejan los trámites burocráticos, el Puerto continúa realizando los trabajos de acondicionamiento de las dos zonas señaladas como posibles ubicaciones para el gas, obras que espera tener concluidas a lo largo del próximo año. La primera de las áreas está ubicada al noroeste del recinto, cerca del muelle Nelson Mandela y en la trasera de la terminal de fuel de la petrolera Oryx. "Esta parcela está muy escondida y tiene poco impacto visual", indicó Ibarra, aunque su distancia de los puntos de atraque del puerto le resta atractivo por el alto coste que supondría el mantenimiento de unas tuberías kilométricas que deben conservar un flujo continuo a más de 150 grados bajo cero.

La segunda opción, ubicada al sur de la zona de ampliación del muelle Reina Sofía, cuenta con mayores posibilidades de acabar siendo la elegida para acoger el depósito dada su cercanía a la línea de atraque de los buques, lo que permitirá que no necesite más "de 100 o 150 metros de tuberías", destacó Ibarra. Los costes de mantenimiento serán menores en este caso, aunque los trabajos de construcción resultarán más laboriosos al ser necesaria la instalación de micropilotes que impidan que el terreno en el que se asiente el almacén, recientemente ganado al mar, acabe por ceder.

Ambas parcelas se encuentran actualmente libres y la Autoridad Portuaria espera que sus dimensiones les permitan realizar ampliaciones del depósito en caso de que la demanda del combustible así lo indique. En principio el almacén podrá disponer de una capacidad de acopio de gas natural de 50.000 metros cúbicos, aunque "los proyectos son por fases", recordó Ibarra, por lo que no es descartable que este volumen aumente en el futuro. "Podrán ir creciendo en función de las necesidades futuras", avanzó.

El uso del gas natural licuado como combustible para buques aumentará considerablemente durante las próximas décadas en la península Ibérica y sus áreas limítrofes, de acuerdo con un estudio realizado como parte de un proyecto financiado por la Unión Europea que destaca al Puerto de Las Palmas como uno de los tres más importantes del Estado junto a los de Barcelona y Algeciras (Cádiz). Las estimaciones para 2030 son de dos millones de metros cúbicos anuales, cantidad que aumentará hasta los ocho millones en 2050.