Todo el entorno de la Iglesia Coreana, en Altavista, será rehabilitado y transformado en un mirador con cuatro terrazas escalonadas, desde las que se podrá contemplar las preciosas vistas del parque Doramas, Ciudad Jardín, el Puerto de La Luz y el océano Atlántico. La Concejalía de Urbanismo dispone ya del proyecto, cuya ejecución será financiada con el Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), y pretende sacar la obra a concurso este mes para iniciar los trabajos el próximo octubre. La actuación, que tiene un presupuesto de 243.154 euros, contempla también el desmantelamiento de las instalaciones de la antigua terraza El Cielo, que se encuentra en pésimo estado desde hace años. El plazo de ejecución de la obra será de cuatro meses.
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, confía en que la obra del mirador se pueda llevar a cabo este otoño y quedaría pendiente para una próxima fase el ensanche de la calle Juan Ramón Jiménez, ya que para ello será necesario expropiar una casa que está fuera de ordenación que impide la ampliación de la vía.
El proyecto contempla tres terrazas miradores escalonadas, situadas en el descampado y la ladera que están a la izquierda de la Iglesia Coreana y una cuarta terraza será destinada a "prácticas en grupo de diferentes técnicas de relajación o meditación delimitada por un sendero peatonal, que la separa del área del aparcamiento". Las cuatro plataformas estarán conectadas, ladera abajo, por un sendero peatonal, que tendrá comunicación con el que forma parte de los jardines Rubió i Tudurí. "La obra", explica Doreste, "es una regeneración de toda esa zona, que tiene varias espacios libres sin uso. En la parte baja se hará una zona ajardinada y se instalarán pérgolas y bancos".
Restos de chabolas
También se instalarán medidas para garantizar la seguridad de los visitantes, ya que las terrazas se harán en el borde de la ladera. En el otro descampado, situado a la derecha de la Iglesia Coreana, se ajardinará todo el espacio, en el que aún quedan restos de las antiguas chabolas donde vivieron varias familias, hasta que el Ayuntamiento las desalojó hace unos años. En la zona quedan también huellas de un antiguo club de golf. Aún se pueden ver los restos de la vieja edificación y del área del aparcamiento.
Otro objetivo de la actuación es facilitar la conexión entre la ciudad alta y la baja, ya que los senderos permitirán bajar desde Altavista hasta el paseo de Chil y el parque Doramas y potenciar la comunicación con el complejo deportivo López Socas y el Paseo de La Cornisa.
Además, se arreglarán las aceras y se plantará una franja arbolada, que separará el aparcamiento de la cuarta terraza con césped artificial destinada a la relajación y la meditación. Un sendero peatonal, de hormigón lavado, arrancará de la calle Juan Ramón Jiménez y recorrerá todo el espacio libre por el lateral que linda con el área de aparcamiento. Dos de las terrazas tendrán pérgolas para dar sombra. La actuación hará desaparecer las instalaciones de la antigua terraza El Cielo, que se encuentra unos metros más abajo de la Iglesia Coreana. Las instalaciones, de propiedad municipal, se encuentran abandonadas desde hace más de siete años -cuando se fue el concesionario que explotaba el local de ocio- y están destrozadas, debido a los sucesivos asaltos de los gamberros que han sufrido.
En la actualidad sólo quedan los restos de su estructura, ya que las cristaleras han sido destrozadas y buena parte de las maderas, puertas y ventanas, así como los componentes de las instalaciones eléctricas y fontanería han sido arrancados. Varios okupas vivieron en el recinto hasta que la policía los desalojó hace unos años.
La zona que ahora ocupan estas instalaciones se plantará, lo que permitirá mejorar el aspecto de la parte alta de los jardines diseñados por el arquitecto y paisajista catalán Rubió i Tudurí.
