El Museo Canario ha alcanzado un acuerdo para vender por 2,7 millones de euros el viejo palacete que tiene en San Bernardo, esquina con Viera y Clavijo. Los compradores quieren reformar el inmueble para destinarlo al alquiler vacacional. La firma del contrato de compra venta con una sociedad canaria está pendiente de que el Ayuntamiento capitalino conceda la licencia al proyecto. Los promotores se encargarán de reformar y ampliar el inmueble y buscan operadores turísticos para su explotación. El objetivo de los promotores es que los apartamentos turísticos sean explotados por una de las grandes cadenas que operan en este sector, como Petit Palace o Be Mate.
El palacete, que fue construido en 1887 y albergó uno de los primeros hoteles de la capital grancanaria -el Quiney's English Hotel-, se encuentra vacío desde hace 21 años y el Museo Canario intenta venderlo desde hace cinco, para poder finalizar la ampliación del viejo edificio de Vegueta. A falta de los últimos flecos, todo parece que ha conseguido por fin su objetivo.
El presidente del Museo Canario, Diego López Díaz, confirmó ayer que la institución ha alcanzado un acuerdo con un grupo de inversores canarios, que se espera cerrar en septiembre u octubre próximos, cuando el Ayuntamiento y el Consejo Municipal de Patrimonio Histórico den el visto bueno. "Es bastante probable que en septiembre un octubre podamos cerrar la operación", mostró su esperanza el máximo responsable de la institución, que recordó que la reforma que se pretende hace en el caserón está recogida desde hace años en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Vegueta y Triana, que será sustituido en breve por un nuevo plan especial.
El proyecto contempla la reforma interior del edificio, del que sólo se conservará la fachada, para hacer apartamentos turísticos de dos dormitorios, con vistas a la calle. Sobre el inmueble actual de tres plantas se construirán otras tres más hasta alcanzar la altura permitida de seis pisos, que tendrán que ser retranqueadas.
El proyecto ha sido diseñado por el arquitecto Fernando Pons Bordes, que es a su vez el interlocutor de la sociedad promotora. Pons se mostró muy prudente y prefirió no hablar del proyecto hasta que el Ayuntamiento le de el visto bueno. "Hemos constituido la sociedad, tenemos pactado un precio por la parcela con el Museo y hemos presentado el proyecto al Ayuntamiento. Una vez que obtengamos la licencia, cerraríamos la operación de compra venta. Las constructoras ya están preparadas" para reformar el edificio, "y después se cerraría la otra parte", que tiene que ver con las operadoras turísticas que explotarán los apartamentos turísticos, entre las que figura Petit Palace y Be Mate, que gestionan este tipo de alojamiento en las principales ciudades europeas.
Catalogado
El palacete de San Bernardo, que tiene una superficie de 500 metros cuadrados, salió a la venta por un precio inicial de 3,8 millones de euros, pero esa cantidad se ha rebajado finalmente hasta los 2,7 millones, la mejor oferta que ha recibido el Museo. "La mayoría de las ofertas que hemos recibido han sido de 1,8 millones, una cantidad muy baja. Por ese precio no vendemos el edificio", explicó Diego López, quien recordó que la regulación urbanística del edificio se remonta al mandato de la exalcaldesa Pepa Luzardo, época en la que se alcanzó un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Museo, cuando todavía no estaba protegido el inmueble.
"El Museo Canario estuvo conforme en catalogar el edificio, que obliga a respetar la fachada, pero permite que se pueda demoler su interior. Todo eso se recogió en su momento en el Pepri y el nuevo Plan Especial mantiene esa situación. El proyecto de Fernando Pons se adapta al Plan Especial, que establece que las tres plantas que hay construidas se mantengan con la altura actual y se puedan añadir otras tres retranqueadas. Lo único que falta es discutir los pequeños detalles del proyecto", añadió López Díaz.
