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Padrón se alía con Riu para optar a la concesión del hotel Santa Catalina

El plazo de presentación de ofertas concluye el próximo 18 de agosto

El Grupo Juan Padrón, actual concesionario del Santa Catalina, se ha aliado con la cadena hotelera balear Riu para optar a la concesión del hotel, que ha sacado a concurso el Ayuntamiento de la capital grancanaria, dueño del inmueble. Ambos grupos han formado una Unión Temporal de Empresas (UTE), con la que concurrirán a la licitación del contrato de arrendamiento, según confirmó Manuel Padrón, cuya empresa lleva al frente del hotel desde 1994 y siempre ha expresado su voluntad de continuar al frente de la gestión del Santa Catalina. La cadena Riu, por su parte, prosigue, con el Santa Catalina, con su apuesta por los hoteles urbanos de lujo en grandes ciudades.

Riu y Padrón son los únicos que han confirmado su participación en el concurso que ha convocado el Ayuntamiento, a través de la Sociedad Municipal Hotel Santa Catalina S. A., pero son varias las cadenas que se han interesado por la explotación del hotel, sobre todo a raíz del incremento en la llegada de turistas que está experimentado la capital grancanaria desde hace dos años.

Los hoteles de Las Palmas de Gran Canaria están viviendo en estos momentos el mejor verano que recuerdan con una ocupación media de un 70%, como la registrada el pasado mes de julio.

El plazo de presentación de ofertas vence el próximo 18 de agosto a las doce del mediodía y por el hotel Santa Catalina han pasado durante el último mes y medio representantes de casi todas las grandes cadenas hoteleras, entre ellas Barceló o Meliá, para interesarse por el estado en el que se encuentra el histórico inmueble. En algunos casos, han ido los propios gestores de las cadenas y en otros han acudido los representantes jurídicos. Entre las cadenas que se ha mostrado interés por gestionar el establecimiento alojativo figura la multinacional hotelera Marriott.

La concesión o arrendamiento del hotel Santa Catalina salió a concurso el pasado 16 de junio y plantea un canon anual mínimo de 550.000 euros y una inversión mínima de 15,5 millones para relanzar el establecimiento turístico de cinco estrellas.

La duración del contrato de arrendamiento será de 35 años, con una prórroga de un máximo de cinco años, que se irá prorrogando automáticamente cada año. El Ayuntamiento contempla la posibilidad de que el hotel esté cerrado un máximo de tres años para afrontar la profunda reforma que necesita el edificio para ofrecer todos los servicios de un hotel de lujo, entre ellos la insonorización de las habitaciones, la introducción de las nuevas tecnologías informáticas y la renovación del mobiliario, entre otras actuaciones, así como la rehabilitación de todas las balconadas de madera, cuyo estado es bastante deficiente, y que forman parte del proyecto que diseñó en su día el arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre.

El edificio tiene un alto grado de protección, por lo que cualquier intervención en el mismo debe ser "meticulosamente estudia- da, valorada y supervisada" por la Comisión Insular de Patrimo- nio Histórico de Gran Canaria, según advierten las disposiciones generales del pliego de cláusulas del concurso. El empresario que gane el concurso tendrá que efectuar el 80% de la inversión en los tres primeros años y el resto en el cuarto año.

Además del mantenimiento anual, se contempla otra inversión mínima de 5,4 millones a los 20 años de la concesión para garantizar el buen estado del edificio. Esta inversión no podrá ser mínima, según establecen las cláusulas, al 35% de la inversión inicial. Además, el concesionario tendrá que invertir en la conservación del emblemático edificio, a partir del tercer año, el 3% de los beneficios del negocio hotelero.

Aunque el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, se ha mostrado partidario del derribo del edificio anexo al hotel, que se añadió en los años 90 para alojar el Casino, el concurso sólo contempla la demolición del inmueble como una de las mejoras que pueden ofrecer los aspirantes para obtener una mejor puntuación. Sólo pueden participar en el concurso empresas hoteleras que acrediten tener un negocio superior a los diez millones al año y haber explotado un hotel de cinco estrellas durante los últimos cinco años.

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