El muelle interior de La Esfinge, en el Puerto de La Luz, comienza a surgir de los fondos de la bahía de la capital. La draga Abeko Server I arrancó la semana pasada la primera fase de los trabajos que permitirán excavar bajo las aguas para preparar el calado de la zona, que alcanzará los 14 metros en casi todos sus 300 metros de longitud excepto en los primeros 60, que se quedarán en 10 metros. Aunque ya se habían realizado previamente algunos pequeños dragados puntuales y determinados análisis de tierra, la presencia de la draga removiendo el lecho marca el inicio de las actuaciones físicas en la futura infraestructura.
Los trabajos de creación del muelle interior ubicado más a naciente de todo el Puerto de La Luz fueron consignados por la Autoridad Portuaria a la constructora Sato, filial del grupo OHL -Juan Miguel Villar Mir- especializada en la construcción de grandes infraestructuras portuarias. En estos momentos continúa pendiente la llegada al puerto capitalino de la cajonera, cuya salida desde su base en Galicia estaba prevista para estos días si las condiciones de la mar así lo permiten.
Una vez zarpe tardará entre 10 y 15 días en arribar a Gran Canaria. Cuando llegue a La Luz el ingenio será instalado en La Esfinge, en una operación que puede alargarse durante varias semanas. La previsión con la que trabajan los responsables del proyecto pasa por comenzar el proceso de fabricación de los cajones que delimitarán el nuevo muelle en torno al mes de octubre.
Será una vez concluida esta segunda fase de delimitación de la infraestructura cuando se proceda al relleno con tierra de la superficie. El hecho de que se trate de un muelle interior facilitará todos los trabajos de construcción, ya que no se verán tan afectados por los días de mala mar como ocurre cuando se pretende construir un dique exterior. Los trabajos avanzan por ahora a buen ritmo y podrán estar concluidos antes del otoño de 2018, apuntan fuentes portuarias.
El nuevo muelle de La Esfinge supone, en palabras del presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, "dar vida al proyecto de reexportación de grano, que es algo en lo que llevamos tiempo trabajando". Su ubicación lo convierte, a su juicio, en "el único sitio en Canarias en el que se puede realizar" una iniciativa similar, algo que definió como "un sueño que queremos conseguir" desde el organismo de gobierno del puerto capitalino. El objetivo pasa por convertir La Luz en un centro de operaciones donde se reciban mercancías procedentes de los puertos del Atlántico latinoamericano que después sean distribuidas por Europa y África.
Ibarra recordó que la última infraestructura de La Esfinge se une a la concesión que ha solicitado Zamakona CCB Offshore para instalar un centro de reparación de plataformas petrolíferas con capacidad para atender a dos clientes de forma simultánea. "No cabría una intervención de esta empresa si no estuviera finalizado el resto de la obra, ya que quedaría en mitad de todo lo que sería una escombrera de tierra", indicó.
Zamakona CCB Offshore, que opera en el muelle Reina Sofía desde octubre de 2016, presentó ante la Autoridad Portuaria una petición de concesión de dominio público para ocupar 47.287 metros cuadrados de superficie en la conocida como área funcional 3 de La Esfinge junto a otros 40.695 metros cuadrados de la lámina de agua colindante. Está previsto que, de acuerdo con el texto de su solicitud, este espacio se dedique a la "explotación de una terminal para la reparación y mantenimiento de plataformas offshore, así como prestación de servicios auxiliares a dicha actividad".
Las obras del muelle de La Esfinge coinciden en el tiempo con las que lleva a cabo Naviera Armas en la explanada que llega hasta el dique Nelson Mandela. La compañía canaria está construyendo dos pantalanes que facilitarán el atraque simultáneo de hasta cinco ferris y una nueva terminal de pasajeros en la que prevé concentrar toda su operativa, tanto interinsular como con la Península.
