El armador suizo Transocean, que opera en el puerto de La Luz desde hace más de una década, anunció esta semana la adquisición de la compañía noruega Songa Offshore, una firma especializada en la realización de servicios de perforación petrolera en condiciones extremas, en la que es ya una de las mayores operaciones de adquisición en la industria offshore desde la caída de los precios del petróleo en 2014.

La oferta está basada en un precio por acción de Songa Offshore de 47,5 coronas noruegas (unos 5,09 euros), lo que supone valorar la compañía noruega en 9.100 millones de coronas noruegas (unos 930 millones de euros al cambio). La operación permite a Transocean consolidar su posición de mercado al hacerse con un rival con gran presencia en mercados como el noruego. Songa Offshore es de hecho el principal proveedor de servicios y unidades de perforación de Statoil, la petrolera estatal del país escandinavo.

La adquisición ha sido valorada como una "muy buena noticia" por fuentes del sector offshore presente en La Luz. Se refieren, en concreto, a la importancia que el puerto capitalino ha adquirido en los últimos años en el sector de las reparaciones navales y el suministro de servicios a esta industria, pero sobre todo por el creciente papel que Transocean viene dando a sus operaciones grancanarias.

"Es el armador con mayor número de plataformas atracadas en Las Palmas de Gran Canaria", recuerdan las mismas fuentes, que destacan la "demostración de fortaleza financiera" que demuestra la firma suiza al hacerse con el control de la noruega. "En el momento actual del mercado offshore es clave tener clientes solventes" para que las empresas canarias les puedan ofrecer servicios en sus instalaciones de La Luz, apostillan.

La compra de Songa Offshore también amplía el número potencial de unidades propiedad de Transocean que pueden recalar en el Puerto de La Luz, donde la firma cuenta con un centro de operaciones desde el año 2016. Desde entonces las plataformas de la firma que no cuentan con un contrato en vigor reposan en el puerto capitalino, donde ya arribaban antes para ser sometidas a labores de mantenimiento o reparaciones.

La operación ha sido bien recibida entre los analistas del sector y los medios especializados, que ven en ella un signo de recuperación en un mercado que busca recuperar el ritmo en un contexto de precios que no terminan de resultar rentables. Para Magnus Olksvik, del Swedbank, el acuerdo de Transocean y Songa Offshore "es una señal de que ya se ha tocado fondo y los actores no esperan que los precios caigan mucho más bajo", según ha declarado a la agencia Reuters. Por su parte Gregory Lewis y Joseph Nelson, analistas de Credit Suisse, afirman en Barron's que la compra tiene "todo el sentido" para Transocean, que de este modo puede "posicionarse de cara a una posible recuperación" de la industria.

La nueva compañía contará en total con 51 unidades, de las cuales 30 están especializadas en aguas muy profundas y otras 11 en trabajos desarrollados en condiciones climáticas adversas. Entre ellas se encuentran cuatro unidades semisumergibles de la categoría D, construidas especialmente para aguas noruegas y que pueden operar hasta una profundidad de 1.300 metros.

El presidente ejecutivo de Transocean, Jeremy D. Thigpen, considera que la incorporación de la flota de Songa Offshore "mejora la posición en los mercados con condiciones climáticas adversas", de acuerdo con un comunicado emitido por la firma para anunciar la compra. El responsable de Songa Offshore, Frederik Wilhelm Mohn, incide en este aspecto al destacar que "la empresa combinada será líder en este segmento, que en estos momentos está mostrando señales de recuperación".