El Mercado de Vegueta será objeto de una intervención en los próximos meses para mejorar la estética y la seguridad de sus instalaciones, según comunicaron ayer el concejal de Empleo y Turismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, y el director del recinto comercial, Manuel Quintana. Las tareas afectarán al revestimiento interior de las galerías centrales, la instalación eléctrica y el sistema de detección de incendios, y contará con un presupuesto inicial de 72.000 euros.

"Creemos que podemos darle un cambio de cara, modernizar un poquito las cosas, garantizar la seguridad, que es muy importante. En definitiva, seguir apoyando infraestructuras vitales para esta ciudad", razonó el edil capitalino. El máximo dirigente de la superficie explicó más detalladamente en qué consistirán las modificaciones. Primero, se alicatarán las fachadas de los puestos del Mercado, cuyas teselas empiezan a notar el paso del tiempo, ya que datan del año 1994. Por otro lado, se mejorará la seguridad en cuanto a incendios dentro del recinto. Finalmente, se procederá a mejorar la instalación eléctrica en la cubierta de la azotea del edificio, que data de 1850.

Todas estas modificaciones están previstas que comiencen en otoño y que estén finalizadas antes del inicio de la campaña de Navidad. En cualquier caso, según anunció el Consistorio capitalino, se intentará evitar el cierre de la plaza durante las tareas de remodelación, que se llevarán a cabo durante las tardes, para no alterar su actividad diaria.

Si bien todavía no se conoce la propuesta de reforma que la propia junta de administración del Mercado elegirá, se adelantó que tendrá como principal objetivo "aportar luminosidad y claridad a los establecimientos" para lograr de ese modo "un mayor impacto comercial" entre los usuarios. El Ayuntamiento confirmó que se amoldará a la proposición que los hosteleros del recinto crean más idónea después de estudiar todas las que se les han presentado.

El revestimiento en teselas azules de los principales pasillos del Mercado de Vegueta se ha ido deteriorando con el paso de los años. Son muchas las piezas que se han desprendido del mosaico y han caído al suelo, dejando espacios del encalado visibles a los visitantes, lo que da "una mala imagen", en palabras de algunos de los comerciantes que tienen sus puestos en la superficie comercial.

Para Berta Déniz, dependienta de una de las fruterías del mercado, estas obras son necesarias "para darle carisma" al lugar. "El mercado vale la pena, pero es una lástima que los jóvenes no vengan", añadió mientras servía algunos zumos recién exprimidos a los clientes. Para ella, estas modificaciones pueden lograr "atraer más a las nuevas generaciones", en conjunto con "los nuevos puestos y las nuevas actividades que estamos desarrollando en los últimos meses".

Una opinión similar dio Andrés Ortega, charcutero, que habló de la necesidad de evolucionar. "El Mercado debe renovarse poco a poco porque, antes que nada, somos empresarios", convino antes de agregar de que esperan "atraer a la clientela joven" a raíz de esos cambios que se avecinan.

El alcance de los mercados

"Es muy importante que la gente de nuestra tierra se conozca a sí misma a través de los mercados, y es que aquí consigues saber cómo es tu tierra, lo que produce, cuáles son las características a través de lo que cultiva", afirmó Quevedo después de asegurar que los mercados de abastos suponen una "preocupación" para la junta de gobierno local. De ahí el "esfuerzo" que, según él, se ha hecho desde el Consistorio para acondicionar algunos de los que hay en la ciudad.

"Los mercados son los ejes sobre los que pivota la zona en la que están", continuó el edil municipal, que resaltó la historia de un Mercado que fue el primero de este tipo que se abrió en el Archipiélago. Corría el año 1850 y, tras más de medio siglo de obras, Las Palmas de Gran Canaria obtuvo su primer mercado de abastos. Desde entonces, solo ha tenido dos restauraciones potentes sin que llegara nunca a cerrarse las puertas del recinto. La última de ellas fue en la década de 1970.

Esta mejora del mercado del casco histórico se suma a las ya hechas, por valor de 40.000 euros, en el Mercado del Puerto, en 2016, y en el de Altavista, a principios del 2017. Ambos con el objetivo de implementar la seguridad.