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Una torre petrolífera de quita y pon

Astican prepara la 'Scarabeo 9' para cruzar el estrecho del Bósforo usando un sistema desmontable

En su búsqueda del Vellocino de oro, Jasón y los argonautas tuvieron que hallar un modo para cruzar las Simplégades, dos rocas junto al mar que se empeñaban en chocarse cada vez que alguien trataba de navegar entre ellas. Quienes saben de mitología griega ubican aquellos peñascos en el estrecho del Bósforo, pero ahora el límite para navegarlo no está marcado por dos inquietos peñascos, sino por el gálibo de 64 metros que tienen los puentes que unen Europa y Asia en Estambul salvando este accidente geográfico.

Hasta allí, en busca de su propio carnero áureo, parte estos días la plataforma petrolífera Scarabeo 9, que para poder franquear esa barrera acaba de ser sometida por parte de Astican a una delicada operación pionera en el mundo: el desmontaje de la torre siguiendo un modelo que permitirá reutilizarla con facilidad una vez atravesado el paso.

La Scarabeo 9 llegó al Puerto de La Luz en octubre del año pasado. En principio su visita iba a ser más rutinaria de lo que finalmente ha sido: tan 'solo' debía someterse a la revisión habitual que cada cinco años deben pasar todos los ingenios de este tipo para comprobar que todo está en orden y actualizar aquello que sea necesario de cara a renovar los certificados requeridos para operar.

La idea de los propietarios de la plataforma era tenerla preparada para que pudiera zarpar estando lista para trabajar en el mismo instante en que firmara su siguiente contrato de explotación, pero cuando este llegó era para el mar Negro, un destino cuyas particulares condiciones de acceso implicaban la necesidad de encontrar alguna solución que le permitiera cruzar la lengua de agua que atraviesa Estambul.

La solución propuesta por Saipem, la firma italiana propietaria de la plataforma, consistía en implementar en la torre de la Scarabeo 9 un sistema desmontable que permite volver a instalarla en la plataforma sin necesidad de realizar soldaduras. La propuesta llegó a los responsables de Astican, que aceptaron un reto que a la postre permite a la compañía mostrar su capacidad para ejecutar operaciones complejas y delicadas en la capital grancanaria.

Desmontar la torre y guardarla para después montarla sobre la plataforma una vez más: sobre el papel la solución puede resultar sencilla, pero manejar con delicadeza 200 toneladas de acero en el mar, aunque sea al abrigo de las aguas del puerto, requiere mucha precisión. El equipo de Astican al cargo de la operación -más de 20 personas entre ingenieros de estructuras, industriales y eléctricos o responsables de seguridad, entre otras especialidades- se encargó de ejecutar la solución de ingeniería propuesta desde Italia aportando su propio conocimiento técnico para evitar que pudieran surgir contratiempos durante el proceso de desmantelamiento.

La afinación es fundamental en un trabajo de estas características, explican desde Astican. Para que todo fuera sobre ruedas el desmontaje se fue realizando en distintas fases a partir de un corte secuencial de la torre. Como si se tratara de un gigantesco rompecabezas tridimensional, cada pieza debía ser preparada para que pudiera encajar con las contiguas antes de ser almacenada en una de las bodegas de las que dispone la plataforma.

A pesar de todos estos requerimientos, los responsables de la compañía no ocultan su satisfacción por haber logrado cumplir con la encomienda en los plazos que habían sido estipulados. Cuando llegue a su destino la estructura podrá ser montada de nuevo en la parte superior de la plataforma en unos 20 días.

Además de prepararse para cruzar el Bósforo, la Scarabeo 9 también parte de La Luz contando con todo el equipamiento necesario para trabajar en las condiciones meteorológicas que se dan en el mar Negro. Para ello ha sido sometida a lo que técnicamente se conoce como winterización, un procedimiento por el que la estructura es cubierta con paneles que permiten que se mantenga a resguardo del viento, el frío o el agua.

La plataforma tiene previsto zarpar antes de que acabe la semana, una vez cargue el combustible necesario para emprender su viaje. Por delante le quedan todavía unas semanas de travesía antes de tener, como en la Canción del pirata, Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente, Estambul.

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