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Urbanismo arregla el muro caído entre San Antonio y el paseo de Chil

La obra se adjudicó por la vía de urgencia para eliminar el riesgo

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está a punto de concluir las obras de reforma del talud que separa el paseo de San Antonio del paseo de Chil, una parte del cual sufrió desprendimientos hace más de un año. El muro fue construido hace años para garantizar la estabilidad del talud y la seguridad del grupo de viviendas situadas en el paseo de Chil, número 23, y la Concejalía de Urbanismo requirió a los propietarios de las casas para que arreglaran los desperfectos de la estructura.

Los dueños recurrieron al juzgado, al considerar que la actuación es competencia del Ayuntamiento, y el juez -que todavía no ha decidido quien tiene que pagar la obra- ordenó al Ayuntamiento que tomara medidas cautelares para eliminar el riesgo de la zona y que acotara toda la zona para impedir el paso sobre la acera del margen derecho de San Antonio, en sentido de subida.

Aunque el juez no ha aclarado todavía quien es el responsable de hacer la obra, el Ayuntamiento decidió en su día acometer la actuación, pero la negativa de alguno de los propietarios de las viviendas a desalojar los inmuebles retrasaron su inicio. Las obras se iniciaron finalmente durante el mes pasado.

Fue la sociedad municipal de Gestión Urbanística (Geursa) la que adjudicó la reforma por la vía de emergencia a la empresa constructora Reyes Almeida. La obra ha costado alrededor de 150.00 euros.

Según explicó el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Javier Doreste, el juez requirió tanto al Ayuntamiento como a los propietarios de las cuatro viviendas afectadas a que intervinieran para eliminar el riesgo que entrañaban los desperfectos de la estructura, mientras estudiaba el caso y decidía quien es el responsable de arreglar los desperfectos.

Arreglar los desperfectos

"Hemos decidido hacer el muro", señaló Javier Doreste, "y si el juez considera en su momento que lo tiene que pagar el propietario ya les requerimos para que paguen el coste de la obra. No podemos permitir que se mantenga por más tiempo el riesgo que tiene ese muro".

Doreste añadió que los desperfectos que tiene el muro entrañan peligro para las viviendas, porque si éste sigue cediendo sobre ellas, puede provocar grietas en los inmuebles, aunque no hay peligro de que caiga sobre ellas.

Según el responsable de Urbanismo, el pésimo estado en que estaba el muro nunca revistió peligro para la carretera de San Antonio.

El Ayuntamiento capitalino decidió hace meses realizar la ejecución subsidiaria de las obras, pero la falta de acuerdo en torno al realojo con alguna de las familias que debían ser desalojadas durante el tiempo que duraban las obras demoró el inicio de la reforma. "Hemos actuado desde el principio", aseguró Doreste en junio pasado, "pero hay que respetar los plazos que nos marca la ley".

Según explicaron fuentes del departamento de Urbanismo, el pasado mes de febrero se dictó el decreto de emergencia y se remitió el proyecto de ejecución del muro al juzgado y a los propietarios, junto con la orden de desalojo de las familias, porque las viviendas están practicamente pegadas a las casas.

La parte del muro del paseo de San Antonio que se está areglando tiene una longitud inferior a los diez metros.

Las fuentes del departamento de Urbanismo añadieron que se calcula que las obras de reforma del muro que estabiliza el talud van a buen ritmo y pueden estar concluidas a lo largo de la próxima semana.

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