Las tuberías de la red de saneamiento de Las Coloradas no albergan roturas ni vertidos de agua. Así lo ha determinado Emalsa después de inspeccionar los dos kilómetros de alcantarillado en busca de alguna posible fuga que pudiese ser el origen de la contaminación fecal por enterococos que todavía afecta y mantiene cerrada al baño la playa de El Confital.

Fue el pasado mes de julio cuando la empresa realizó una visualización de las instalaciones, que van paralelas a la carretera de Las Coloradas hasta la calle Faro, en La Isleta, y desemboca en Santa Catalina. Anteriormente y por la misma problemática, también se había encargado de la revisión del alcantarillado del paseo de Las Canteras, así como de varias de sus calles aledañas y de la antigua estación de bombeo de la Casa Roja sin que se encontrara nada vinculante al aumento de la presencia de estos organismos.

En este caso, "Emalsa tampoco halló ningún tipo de rotura ni en el colector de salida, ni en la estación de bombeo ni en las calles cercanas de Las Coloradas", señaló el concejal de Aguas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Roberto Santana, quien aseguró que, a pesar de ello, todavía no se descarta de manera definitiva ninguna hipótesis sobre cuál puede ser el foco bacteriano hasta que no estén los resultados de los próximos sondeos.

"Esta red tiene más de 50 años por lo que ahora le hemos encargado otro estudio a Emalsa para que determine cuál es el estado en el que se encuentran las tuberías y valore los posibles costes en caso de que haya que cambiar alguna, pero de cara al año que viene", señaló el edil.