El Ayuntamiento continúa buscando sin éxito el origen de las bacterias fecales que han provocado que el miércoles se volviera a cerrar al baño las Alcaravaneras, después de que la Dirección de Sanidad de Gran Canaria detectase el lunes niveles de enterococos superiores a los permitidos. Los técnicos de Emalsa, por su parte, recogieron agua de la playa para analizarla en el laboratorio por si alguna traza pequeña de fluoresceína -un producto que se utiliza para detectar fugas en las tuberías- hubiera llegado al mar después de que a simple vista no se hubiera descubierto nada al verterlo por la tubería que recoge las aguas fecales de los locales bajo el paseo marítimo.

Así lo indicó ayer el concejal de Aguas, Roberto Santana, que dijo que la playa continuará cerrada al baño hasta que los análisis de Sanidad no digan lo contrario. Precisamente, hoy viernes, el Ayuntamiento conocerá los resultados de las muestras recogidas este miércoles por el departamento del Gobierno de Canarias. Si estas resultan buenas, la playa podría estar abierta para el fin de semana. De no ser así continuará cerrada.

Ante al cierre de nuevo de la playa -la pasada semana también volvió a ocurrir lo mismo, aunque en esta ocasión fueron las bacterias escherichia coli las que dieron la voz de alarma- el portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, solicitó ayer a la Dirección General de Salud Pública, que "extreme su celo" respecto a las Alcaravaneras, ante la incapacidad del grupo de gobierno de cuidar el litoral para el uso y disfrute de los ciudadanos.

Sanidad encontró el miércoles en los tres puntos de medición habitual - a la altura del Náutico, zona centro de la playa y en las cercanías del muelle Deportivo- niveles de 230, 730 y 89 unidades formadoras de colonias (ucf) por cada 100 mililitros de agua, respectivamente. Cifras muy superiores a las permitidas, que se encuentran en el límite de 200. La toma de agua se realizó a las 9.30 horas.

La muestra que tomó la empresa que realiza las analíticas para el Ayuntamiento -Hidrotecnia-, aunque recogida una hora más tarde, determinó, sin embargo, la presencia de 24, 96 y 75 ucf.

También se detectaron cifras diferentes en los coli. En Sanidad, fueron 4 ucf en el norte, 9 en el centro y 14 en el sur, cuando el límite está en 500 ucf por cada 100 mililitros. Los datos del Ayuntamiento recogían, sin embargo, 0, 10 y 18 en los mismos puntos.

El concejal de Aguas manifestó que al primar la analítica del Gobierno de Canarias por encima de la del Ayuntamiento se optó por cerrar la playa, pero no determinó a qué podía deberse el vaivén de cifras.

Santana afirmó que la pasada semana Emalsa inspeccionó con cámara la tubería que recoge las aguas fecales de los locales que están bajo la avenida marítima, que va paralela a la playa y que a través de una estación de bombeo engancha las aguas residuales con el alcantarillado que viene de Mesa y López y que se encuentra bajo uno de los viales de la carretera, sin detectar ninguna fuga de caudal. "No obstante hemos solicitado estas grabaciones y el informe sobre las actuaciones para analizarlas", dijo el edil, quien añadió que ayer se había utilizado la fluoresceína como actuación complementaria por si así se detectaba alguna fuga en la red. Los resultados fueron negativos por lo que se optó por coger muestras de agua. "Emalsa no tiene constancia de otras tuberías en la zona", puntualizó ante la pregunta de que pudieran provenir de desagües desconocidos.

Subrayó que los niveles altos de enterococos hallados el miércoles determinan que el origen del agua fecal es diferente al de la pasada semana, que pudo deberse a una embarcación. Tanto los coli como los enterococos determinan en los análisis idoneidad del agua. Pero mientras los coli hablan de una contaminación puntual, cercana en el espacio y en el tiempo, los enterococos reflejan solo que el vertido no es reciente y que puede provenir de fosas asépticas o aguas estancadas por lo que es más difícil de localizar.