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Semana de la Movilidad Primer estudio sobre los hábitos de la población escolar

Siete de cada diez niños de la ciudad llegan y vuelven del colegio en coche

Movilidad quiere impulsar acuerdos con los colegios para fomentar el uso de la guagua

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Semana de la Movilidad. Clases de iniciación a la conducción en moto

El 70% de los escolares de la capital grancanaria va al colegio en coche, una circunstancia que el gobierno Tripartito quiere cambiar fomentando el uso de la guagua, la bicicleta e impulsando los desplazamientos de los niños a pie entre la casa y el centro educativo, mediante la creación de senderos escolares, así como el establecimiento de medidas que garanticen la seguridad de los chiquillos. Entre estas medidas estaría la creación de la figura del acompañante para los desplazamientos en las guaguas amarillas; el calmado del tráfico con la creación de más vías en las que no se puedan superar los 30 kilómetros por hora o la ampliación de la actual red con verdaderos carriles de bicicletas.

El primer estudio sobre movilidad escolar realizado en Canarias, con cuya presentación se inauguró ayer la Semana de la Movilidad Europea, refleja la gran dependencia del vehículo privado que existe en esta ciudad, una circunstancia que, entre otras cosas, retrasa la edad en que los chiquillos empiezan a ir solos al colegio.

Los niños comienzan a desplazarse solos a partir de los 12 años, tres años más tarde que la media nacional, donde empiezan a moverse sin la compañía de un adulto a los nueve años. Las principales causas por las que los niños van acompañados más tiempo son la distancia del centro escolar y la inseguridad que genera el gran volumen de tráfico, a la hora de desplazarse a pie, en bici o en guagua, una situación que se podría invertir, según el estudio, "a través de políticas orientadas a diseñar caminos escolares seguros. Aunque a partir de los ocho años, los niños y niñas están ya capacitados para hacer a pie el camino a la escuela, no lo hacen hasta que empiezan a ir al instituto. Sólo los estudiantes de La Isleta y Ciudad Alta, se apartan de la conducta casi generalizada en el resto del municipio. El 78% de los escolares de La Isleta y el 60% de los de Ciudad Alta van a clase a pie, algo que depende, entre otras razones, de que la mayoría acude a colegios públicos y que estos se encuentran cerca de donde viven. Influye también la configuración de los barrios y la mayor disponibilidad de los abuelos para ir con los niños en los desplazamiento entre su hogar y el colegio, explicó Itahisa Chávez, geógrafa y experta en Mediación Urbana y Sociología del Espacio, que ha dirigido el estudio. "Son los chicos y chicas de La Isleta los que menos se mueven porque viven y estudian en la misma zona", aclaró.

Por el contrario, las zonas periféricas, sobre todo en el norte y el centro geográfico, registran los valores más bajos en desplazamientos a pie. Es en esos barrios donde se dispara el uso del coche.

En el conjunto del municipio, el porcentaje de escolares que se traslada andando al colegio no llega al 30%, mientras que el 50% usa el coche privado como acompañante. El transporte en guagua sólo es usado por el 11% de los escolares y ocasionalmente es utilizado por un 20%. El taxi y la bicicleta representa menos del 2%.

El estudio se basa en los resultados de una encuesta, realizada a 1.187 alumnos de 32 centros de enseñanza públicos y privados de la capital, matriculados en sexto de Primaria y primero de la ESO.

Los que se desplazan en bicicleta o andando, aseguran que van y vuelven más contentos de clase, aunque lo mismo afirman los que se trasladan en coche privado, porque van con música y se sienten más seguros y protegidos. También se sienten más identificados con el coche porque es el medio que utilizan sus padres de manera habitual. De hecho, el 44,45% se decanta por el coche privado par hacer sus desplazamientos habituales, si le dieran a elegir, mientras que sólo el 7,54% iría en guagua. El 16,17% se movería en coche; el 15,66%, en bicicleta y sólo el 10,50% se desplazaría a pie. Para hacer el camino escolar, el 26,36% elegiría el coche; el 23,64% iría a pie y el 17%, en bicicleta. La experta señaló que casi un 70 % de los encuestados aseguró que llegaría más motivado a clase si lo hicieran a pie.

"Las pautas de movilidad de la mayoría de los escolares está condicionada por sus padres", señaló Chávez, quien añadió que la seguridad de los escolares, tanto en los desplazamientos a pie como en bicicleta, pasa necesariamente "porque haya menos tráfico. Y eso es un trabajo de todos". Los escolares aseguran que el tráfico es el principal elemento que los disuade para ir al colegio en bicicleta. "El calmado de tráfico y la reducción de la velocidad de los vehículos", terció Dávila, es "también fundamental". Las ocho zonas 30 que se han instalado en la ciudad persiguen ese objetivo, pero reconoció que la mayoría de los ciudadanos desconocen lo que significan, por lo que habría que trabajar más con ese asunto. Los escolares que más utilizan el coche son los que estudian en centros privados, porque están ubicados en la periferia, una circunstancia que dificulta el desplazamiento de los niños en el transporte público. Así, son los escolares del centro los que se trasladan a la periferia. Otro elemento que incentiva el uso del coche es la configuración del mapa escolar.

Por su parte, son los estudiantes que viven en los Riscos y en la zona centro del municipio los que cogen más la guagua para ir el colegio, pero los porcentajes tampoco son muy altos y oscilan entre el 10% y el 13%, respectivamente.

"Está claro que si logramos generar mayor seguridad en los desplazamientos a pie y en bicicleta, las ratios de transporte cambiarían. La seguridad es un tema clave para modificar nuestros hábitos", sostuvo Heriberto Dávila, quien resaltó la necesidad de mejorar las infraestructuras relacionadas con la red de carriles bici, algo que está previsto poner en marcha dentro de poco con la implantación de más itinerarios. Añadió que su departamento tiene previsto pedir a Guaguas Municipales que impulse acuerdos con colegios y asociaciones de madres y padres, para "lograr que los niños se desplacen más seguros en el transporte público, a través de programas de acompañamiento", que aún están por definir, ya que se llevarían a cabo de acuerdo con las comunidades escolares. Dávila consideró que además de los miembros de las AMPAS, podrían participar voluntarios de la tercera edad, que esperarían a los niños en las paradas de las guaguas para acompañarlos hasta el colegio.

Asimismo, añadió, se van a potenciar los caminos escolares, sobre todo en las zonas donde son más fáciles los desplazamientos a pie como La Isleta o Ciudad Alta, aumentando las medidas de seguridad frente al coche. El Ayuntamiento acaba de sacar a concurso un proyecto para trabajar con los centros la seguridad vial en relación con los caminos escolares y el desplazamiento en bicicleta. "La seguridad, el calmado del tráfico y la mejora del transporte público son las claves que tenemos que trabajar, junto con la mejora de la red de carriles bici que está en marcha, para conseguir" cambiar los hábitos de movilidad de los niños, a partir de los once o doce años.

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