La zona de vela latina del Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria ya acoge a los primeros barcos atracados en el nuevo pantalán que la Autoridad Portuaria ha construido en los últimos meses. Con esta obra, la conocida de manera oficial como dársena de embarcaciones menores amplía en un centenar el número de amarres, lo que a partir de ahora permitirá reducir el uso de las aguas de la cercana playa de Las Alcaravaneras, que en los últimos años tuvo que ser usada como fondeadero de pequeños veleros en momentos de gran ocupación , como las regatas internacionales que escogen la isla como punto de arranque o finalización.
Una vez desmontado el pantalán que había en la zona, las obras han consistido en la creación en la zona de vela latina de un nueva nueva red de pantalanes de dos metros de ancho compuesta por cuatro ramales que suman en total 270,5 metros de línea de atraque distribuidos en cuatro ramales. Tres de ellos, con dimensiones de 46,8, 67,5 y 80,2 metros, cuentan con un sistema de pasarelas de cinco y seis metros de longitud. El cuarto, de 75 metros de largo, está separado en dos alineaciones y cuenta con un sistema de amarre de muertos y cadenas. Además se han instalado nueve pilotes de 558 milímetros de diámetro y se ha colocado una puerta que restringe el acceso a la nueva zona de atraques.
Todos los pantalanes flotantes y las pasarelas que conforman la infraestructura han sido realizados en aluminio reforzado anticorrosivo de calidad naval. Sobre él se ha instalado un suelo de madera tropical tratada para resistir los efectos del agua de mar, la humedad, hongos, insectos, fuego, ácido o calor sin alterarse.
Las obras también han incluido la colocación de la pasarela que conecta los pantalanes con el muelle, las cornamusas de aluminio que se usarán para el atraque de las embarcaciones y todos los servicios básicos de abastecimiento y electricidad. Tras los trabajos la nueva zona está preparada para embarcaciones de recreo atracadas en punta que tengan hasta 12 metros de eslora y 4,2 de manga.
Las obras, presupuestadas en 400.603,04 euros y adjudicadas a la UTE compuesta por Diseño, Desarrollo e Instalaciones Singulares y Distribuidora Canaria de Elementos, se han desarrollado durante seis meses con la vista puesta en el próximo arranque en Gran Canaria de las regatas ARC y Minitransat. El inicio de estas competiciones congestionó en los últimos años el recinto y obligó a muchos propietarios de embarcaciones atracadas en el Muelle Deportivo -unas 150, según denunciaron entonces los afectados- a fondear en las aguas de Las Alcaravaneras o a llevárselas a alguna de las dársenas deportivas del Sur, cuya renta mensual puede llegar a ser el doble de la que se paga en Las Palmas de Gran Canaria.
El arranque de la regata ARC en noviembre 2016, en la que la congestión del Muelle Deportivo se vivió una vez más, fue el momento en el que el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, anunció que el órgano de gobierno del Puerto había alcanzado un acuerdo con el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que las tres entidades aportaran 450.000 euros con los que llevar a cabo la obra. En febrero de este año se firmó el convenio a tres bandas y a partir de entonces comenzó la contrarreloj para conseguir que los pantalanes estuvieran listos cuando llegue la Mini Transat, que parte del puerto francés de La Rochelle rumbo a Gran Canaria dentro de 13 días.
La construcción de los nuevos pantalanes no es el último de los proyectos que la Autoridad Portuaria tiene en mente para la dársena de embarcaciones menores, aunque para ver concluidos los próximos habrá que esperar unos años. Ibarra, que no oculta su satisfacción por haber cumplido los plazos de ejecución de esta obra, avanza que la gran ampliación del Muelle Deportivo, que prácticamente permitirá duplicar sus atraques, tendrá que esperar a que concluyan las obras de ampliación en 300 metros del Muelle Reina Sofía, porque solo tras la construcción de este abrigo será factible crear una zona de aguas calmadas. Está previsto que sea la iniciativa privada la que se haga cargo de este proyecto, que en caso de que todo salga como prevé la Autoridad Portuaria podría estar concluido en 2021.
