La MetroGuagua levanta pasiones entre sus partidarios y detractores, algo que se pudo comprobar anoche en el coloquio organizado por la Asociación de Mujeres Activas por la Sociedad (MAS) en el CLUB LA PROVINCIA, tanto entre los seis participantes en el debate como entre el público asistente, que abarrotó la sala. Los impulsores del proyecto, el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, y el director general de Guaguas Municipales, Miguel Ángel Rodríguez, resaltaron que la única manera de convencer a la gente de que deje el coche en casa es mejorar el transporte público, reduciendo su frecuencia de paso, algo que según ellos sólo se podrá conseguir con un sistema de alta capacidad como el Bus Rapid Transit (BRT).

Los contrarios al proyecto, como la portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento capitalino, Beatriz Correas, y el portavoz de la Plataforma en contra de la MetroGuagua, Mario Hernández Sanginés, criticaron la "opacidad" en torno al proyecto y plantearon que la prioridad en este momento es el soterramiento del tramo del istmo y la eliminación del punto negro de Torre Las Palmas. Vecinos y comerciantes de Pío XII, Alcaravaneras y Ciudad Jardín, así como colectivos de taxistas, se encargaron de mostrar su oposición desde el público al proyecto, cuyo primer tramo de Pío XII ya está en obras.

Beatriz Correas fue la encargada de abrir el coloquio con un ataque frontal no a la MetroGuagua, aclaró, sino al momento elegido para implantarla y a la falta de información en torno al proyecto. A su juicio, primero hay que resolver lo atascos entre Belén María y Torre Las Palmas. "La situación de Guaguas Municipales ", explicó, "no es un desastre, todo lo contrario: mejora año tras año, pero los mayores retos están en la parte alta de la ciudad y en la periferia, por lo que debemos seguir invirtiendo en el desarrollo de la red de guaguas".

Añadió que la eliminación del punto negro de Torre Las Palmas podría mejorar el trazado del BRT "de forma notable y su coste se vería bastante reducido".

"Se ha pretendido matar moscas a cañonazos, buscar la eficacia a cualquier precio lo que, desde luego, nunca es eficiente. Se ha escogido este sistema de transporte y se ha metido con calzador en una ciudad que no está preparada. Se ha errado en el momento, en el trazado y debemos debatir si en el futuro sería conveniente otro trazado. Las prisas electorales suelen ser malas consejeras y esta aspiración faraónica del Tripartito, y en concreto de Nueva Canarias, la van a acabar pagando los ciudadanos de este municipio", dijo Correas, quien recordó las críticas que hizo contra el BRT el alcalde Augusto Hidalgo, "cuando costaba 70 millones. Ahora va por 127 millones". La concejala denunció también la inexistencia de proyecto y que el Tripartito se está saltando la "obligación" de sa carlo a información pública.

El concejal José Eduardo Ramírez devolvió el golpe echando en cara a Correas que su líder nacional, Albert Rivera, ha apoyado en Madrid la financiación de 40 millones para la MetroGuagua que ha librado el Gobierno de España, mientras ella lo ataca en la ciudad.

"No es una guerra contra nada ni contra nadie. No estamos en contra del coche, pero la ciudad no puede soportar tanta gente moviéndose en coche privado. Según el estudio del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, el 67% de la población utiliza el vehículo privado. Eso hay que corregirlo. Defendemos este proyecto con pasión. No va a resolver todos los atascos de la ciudad, pero va sacar coches de la calle", sostuvo Ramírez , quien resaltó que la MetroGuagua no es incompatible con soterrar la autovía y eliminar el punto negro de Torre Las Palmas.

En cuanto a los críticas sobre la falta de proyecto, esgrimió que su mayor garantía es el crédito de 50 millones de euros que ha concedido el BEI a Guaguas, mientras "negaba un préstamo a Luxemburgo para un tranvía". "Fuimos examinados por los técnicos del BEI como si fuéramos a organizar unas olimpiadas", recalcó.

El director de Guaguas, Miguel Ángel Rodríguez, argumentó que "la única manera de mejorar el transporte público es ofrecer un servicio de calidad" y establecer una plataforma exclusiva que "impida que confluya con el tráfico privado. Estoy plenamente convencido de que la única solución es el BRT. Aplazar la solución en ningún caso va a mejorar la situación". A su juicio implantar una MetroGuagua es muchísimo más barato que poner más guaguas amarillas para mejorar la frecuencia de paso. "El BRT nos permitirá aprovechar las guaguas excedentarias de las líneas 1,2 y 12 para mejorar otras zonas. Lo que hace ganar viajeros es ver a la guagua avanzar en su ruta como un tiro, mientras tu coche está atrapado en un atasco".

El ingeniero de Obras Públicas, José Suárez Megías consideró que la MetroGuagua no sirve para esta ciudad y "no resuelve ningún problema. Es introducir un transporte inútil, porque las guaguas funcionan divinamente bien". En su opinión, la prioridad es resolver los atascos en la autovía, "donde concluyen a diario decenas de miles de vehículos. En 2020 va a haber un colapso de tráfico en los accesos a esta ciudad. Eliminar el coche privado es muy difícil en una ciudad como ésta, por la presencia del Puerto, la orografía y los accesos difíciles. La gente que vive en los barrios dispersos de la periferia está cautiva del coche".

Por su parte, el ingeniero de Caminos y uno de los redactores del PMUS, José María Pérez Lozano, resaltó la necesidad de apostar por un transporte sostenible. "El coche es un competidor terriblemente duro y la única manera de disputarle espacio es colocar un eje potente en la parte baja de la ciudad. Lo importante del BRT es la plataforma reservada exclusivamente al bus. Hablar de movilidad sostenible significa que todos tenemos que renunciar a nuestro vehículo en parte para apostar por el transporte público. Ese sistema puede aumentar entre un 25% y un 40% el uso del transporte público y eso significa sacar coches de la calle ".

Extremadamente crítico se mostró el portavoz de la Plataforma contra la Metroguagua, Mario Hernández Sanginés, quien calificó el proyecto como una "locura colectiva" que impulsó el Partido Popular y que según sus palabras el exalcalde Juan José Cardona metió en un cajón al considerar que "era inviable, costosísimo y no iba a resolver ningún problema. Eso nos dijeron desde el PP".

"Lo que más nos ha fastidiado es que se nos está engañando. Ramírez dice que se ha pactado con los vecinos, ¿con qué vecinos?. Un mínimo de seriedad. Estamos ante una tomadura de pelo a todos los ciudadanos de esta ciudad y utilizaremos todos los medios jurídicos, administrativos y de presión porque este proyecto no lo vemos claro y que tendrá graves consecuencias sobre los comerciantes y el sector del taxi".