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Cien años educando a los más pobres

Por el colegio de San Vicente Paúl han pasado miles de niños del Lomo Apolinario y alrededores

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Acto por los 100 años de presencia de los Misioneros Paúles en el Lomo Apolinario

Cuando los Padres Paúles llegaron al Lomo Apolinario, la montaña era una inmensa extensión de fincas agrícolas, en su mayoría cercados de plataneras que se extendían más allá de donde alcanzaba la vista. Abundaban las plataneras y también la miseria. El barrio pertenecía en aquella época al desaparecido municipio de San Lorenzo y la zona tomó el nombre de los Apolinario, propietarios de la zona y de media ciudad alta. Gracias a la labor de esta congregación -que siempre ha tenido como objetivo ayudar y formar a los más desfavorecidos además de captar vocaciones- recibieron educación muchos miles de niños del Lomo Apolinario, Albiturría y otros núcleos que fueron creciendo diseminados en lo alto del cauce del barranco Guiniguada.

Los Padres Paúles están a punto de poner fin a la celebración del centenario de su llegada el 17 de junio de 1916, con una serie de actos que concluirán con la dedicación de una calle del Lomo Apolinario al padre Emilio Molina Ríos. El alcalde de la capital grancanaria Augusto Hidalgo destacó ayer, con el descubrimiento de una placa, la labor social, pastoral y educativa que ha desplegado la congregación en el barrio y en toda la ciudad. El Ayuntamiento ha aceptado la petición de los vecinos del barrio que quieren dedicar una calle al padre Emilio Molina Ríos, que fue director del colegio de San Vicente Paúl y jugó un papel fundamental en el impulso del deporte entre los jóvenes del barrio.

Fue la terrateniente Pino Apolinario Placeres, propietaria de los terrenos que se desparramaban entre Los Tarahales y el Castillo de San Francisco, la responsable de que los Padres Paúles se instalaran en el barrio. Los llamó a principios del siglo pasado para que se hicieran cargo de la iglesia de San Antonio -cuya construcción financió en los terrenos de su finca- y también para que realizaran una labor pastoral y educativa con los trabajadores de las plataneras y sus hijos.

En aquella época la zona estaba totalmente abandonada y sólo había cuarterías y muchísima pobreza. Esta rica heredera, que no tuvo hijos y dejó todas sus propiedades a los Padres Paúles cuando falleció en 1952, se planteó la necesidad de educar a sus trabajadores y a los hijos de éstos y que aprendieran, al menos, a leer y escribir. Además de los terrenos del Lomo Apolinario, cedió la finca situada entre la calle Portugal, Kant y Arístides Briand para atender a los niños huérfanos. El centro fue conocido como La gota de leche, hasta que se transformó en la antigua Escuela de Arte, también desaparecida. En la actualidad alberga un parque y un huerto urbano, a dos pasos de Las Canteras, que lleva el nombre de Pino Apolinario, en su honor.

La escuelita de Lomo Apolinario nació en 1917, en la parte baja de la sede de la comunidad, y en 1918 ya se contabilizaban 80 alumnos. Fue la primera del barrio y la gente se refería a ella inicialmente como la escuelita, aunque lo llamaban el colegio de los curas. Fueron los padres Jerónimo Pascual e Ismael Márquez los que iniciaron la "misión popular" en el barrio y desde el principio existió gran preocupación para que la escuela tuviera la mayor altura académica. El padre superior de la comunidad, José Ignacio Fernández Mendoza, que recuerda que este año se celebra el 400 aniversario de la fundación de los Padres Paúles en París (Francia), resalta que "doña Pino llamó a los Padres Paúles y les exigió dos cosas: que construyeran una iglesia, que ahora es parroquia, y que hicieran una escuela para dar cultura los niños de esta zona. Entonces todo esto era una zona rural y muy pobre. Ni siquiera pertenecía a Las Palmas de Gran Canaria. Nuestra característica es la evangelización de los pobres y las misiones", sostiene.

360 alumnos

El colegio fue cerrado durante un tiempo en 1939, al crearse otro estatal y reanudó su labor como escuela del Patronato en 1963, fecha en la que comenzaron a asistir niños con edades comprendidas entre seis a nueve años. Mientras tanto siguió abierta la Escuela Apostólica (seminario menor), que en 1968, comenzó a funcionar como filial del Instituto Pérez Galdós.

A partir del curso 1974-75, la Escuela Apostólica se fusionó con la del Patronato, dando lugar a lo que hoy se conoce como colegio de San Vicente de Paúl. Desde 1974 funciona como colegio concertado y en la actualidad imparte Educación Infantil , Primaria y Secundaria. Están matriculados unos 360 alumnos. Los padres han realizado durante los últimos años una gran inversión para mejorar la calidad del centro, que dirige Antonio Hernández. Los dos primeros cursos imparten ya formación bilingüe. Alicia Rodríguez, profesora del centro desde hace ya 39 años, señala que por el colegio han pasado todos los niños del barrio Lomo Apolinario y de La Paterna. Las niñas iban al colegio Sagrada Familia, de las Hermanas de la Caridad. Rodríguez resalta el importante papel que ha jugado el centro porque "fue el único que existió durante muchísimos años en toda esta zona. Yo empecé a trabajar en el colegio en 1979 y todo esto era una finca de plataneras. Cuando doña Pino murió, la congregación se hace cargo de la finca y de sus bienes. Los alumnos iban caminando desde La Paterna y La Capellanía al Lomo". A finales del siglo pasado, la finca de plataneras, que desapareció cuando se construyeron los bloques de Casablanca-3, fue vendida a Inmobiliaria Casablanca, y la sede de la comunidad se trasladó la casa de Pino Apolinario.

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