Torpedear al Ayuntamiento con denuncias. Ese es el propósito de la plataforma vecinal Las Canteras y su Entorno, que prepara la presentación de una batería de denuncias contra las escandaleras y peleas callejeras que se generan en torno a los bares de copas y las terrazas, que además invaden, muchas veces, el espacio público. La plataforma denuncia también el aumento de la inseguridad y de la suciedad en todo el entorno de Las Canteras, aunque la zona del Astoria es la que presenta una mayor gravedad, así como la degradación de toda la trasera de la playa, por la "falta de actuación" del Ayuntamiento. La plataforma, que ya aglutina a cerca de un centenar de personas se reunió el pasado domingo y acordó una serie de acciones para "obligar" al Tripartito a intervenir en la zona para evitar que los problemas se agraven aún más.
La palabra clave es "convivencia", destacan Patricia Barber y Rafael Rodríguez, miembros de la plataforma, quienes advierten de que los intereses particulares de unos cuantos empresarios "incívicos" no pueden imponerse sobre el derecho al descanso y a la tranquilidad de los que viven en el barrio. "El Ayuntamiento está profundamente inactivo e es incompetente. No cumple con sus obligaciones y tiene a la gente trijartita. Para nosotros ha sido una profunda decepción", destaca Rodríguez, quien explica que en la última asamblea celebrada el pasado domingo, se formaron cinco grupos o comisiones de trabajo, una de las cuales se encargarán de informar sobre los protocolos que hay que seguir para denunciar los ruidos, los rebosos de los contenedores, la ocupación total por las terrazas de las calles peatonales, que llegan a impedir en ocasiones el paso de un vehículo de emergencia o los pisos turísticos irregulares.
"Los barrios colindantes con Las Canteras han sufrido un desarrollo urbanístico y poblacional desmesurado, no sólo de residentes sino de visitantes, además de la gente de la propia ciudad que viene aquí constantemente a la playa o a pasar el rato. Todo se concentra aquí, algo que no sería problema si no fuera porque los servicios y los recursos públicos siguen siendo los mismos que hace 45 años, lo que provoca un desajuste enorme, que está perjudicando la convivencia", resalta Barber. La plataforma tiene previsto hacer un diagnóstico de la zona, para elaborar un plan de desarrollo sostenible del barrio, algo que "tendría que haber hecho el Ayuntamiento". La deficiencia de los servicios y la condiciones tercermundistas que hay en algunos casos, contrasta con la carestía de los alquileres y las viviendas de la zona, resaltan.
Entre los desajustes que afectan a la calidad de vida y al descanso de los residentes resaltan los ruidos, las escandaleras y el incumplimiento de horarios de los bares. "En estos casos, el Ayuntamiento sólo tendría que hacer cumplir las ordenanzas y hacer que la Policía Local y los inspectores cumplieran con su labor", se quejan desde la plataforma, que añade que "los bares campan a sus anchas porque no hay ningún control ni se hace cumplir la normativa. Los policías no pueden limitarse a ponerse a mirar, mientras los que se divierten en la calle impiden dormir a los vecinos. No sé si eso es competencia de los locales o no. Lo único que exigimos es que el Ayuntamiento haga cumplir nuestro derecho al descanso y a caminar por unas calles limpias y no llenas de orines y otros desechos".
Se quejan de que no se ha invertido en la mejora de las infraestructura y el paisaje ni en accesibilidad. "Los cables siguen estando en las fachadas. El pavimento no se renueva. A todo ello, critican, se añaden los problemas de venta de droga. "Después de todo el dinero que se gastó la ciudad para rehabilitar la calle Ripoche, vuelven a repetirse los mismos problemas de inseguridad", se queja Barber. Creen que el Ayuntamiento "ha renunciado a su obligación de cumplir estrictamente las ordenanzas. Lo que nosotros exigimos es que, primero que nada, haya un cumplimiento de las ordenanzas y, en segundo lugar, que haya una mejora de los servicios públicos, porque se supone que esta es una zona de excelencia turística, un polo de atracción turística. La situación del barrio está provocando que se vaya más gente de la que viene. Los vecinos estamos hartos de que sabiendo cuáles son los problemas, sólo encontramos desidia en el Ayuntamiento. Lo que no admitimos es que se peloteen los problemas. El responsable es el gobierno municipal y, si no es capaz de solucionar el problema, que se marche".
