El Partido Popular (PP) en el Cabildo de Gran Canaria ha pedido al presidente insular, Antonio Morales, que convoque a los alcaldes de los 21 municipios a una cumbre en la que se acuerden las acciones necesarias para acabar con los vertidos de aguas negras sin depurar y mejorar la gestión de los recursos hídricos. Según el PP es necesario "obligar" al Gobierno de Canarias a afrontar de manera conjunta un problema que concierne a todos. El consejero del PP en el Cabildo, Felipe Afonso, consideró que el vertido diario de entre siete y ocho millones de litros de aguas residuales sin depurar que lanza Emalsa a través del emisario submarino del Teatro, en la capital grancanaria, son una demostración más de que Antonio Morales mentía cuando decía que el 99% de las aguas de la isla de Gran Canaria se depuran.

Antonio Morales, señaló Afonso, "ha vuelto a quedar en evidencia tras las informaciones publicadas esta semana sobre el vertido al mar de más de siete millones de litros de aguas fecales sin tratar a través del emisario submarino del Teatro".

Afonso informó de que el grupo Popular en el Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a exigir al presidente Morales que realice con urgencia "un diagnóstico serio y veraz sobre la gestión de las aguas residuales y los vertidos incontrolados al mar, en lugar de recurrir a la bronca política y sacar a pasear otra vez el pleito insular como excusa para eludir su responsabilidad de gobernar".

El consejero del PP planteó otra vez la necesidad de alcanzar un gran Pacto por el Agua en Gran Canaria y consideró que como primer paso, su grupo ha pedido a Antonio Morales que convoque de inmediato una cumbre con los 21 alcaldes de la Isla para liderar las actuaciones que sean necesarias y "obligar al Gobierno de Canarias a afrontar de manera conjunta un problema que concierne a todos".

Los vertidos de aguas sin depurar que se producen en la capital grancanaria son el problema medioambiental más grave que sufre el litoral grancanario, debido al enorme volumen de aguas sin un tratamiento correcto que se lanzan al mar desde hace muchísimos años. La falta de solución al problema por parte de Emalsa y del Ayuntamiento de la capital grancanaria ha llevado a la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno canario a denegar la autorización para verter por el emisario, hasta que se depuren correctamente las aguas que se lanzan por el emisario, cuyo estado es pésimo y necesita una reparación en toda regla. Tras la ilegalización del vertido por parte del Gobierno canario, el Ayuntamiento ha argumentado que necesita conseguir 13 millones para hacer frente a la inversión económica que se necesita , entre otras cosas, para arreglar el emisario submarino, que está roto por varios lados, y aumentar la capacidad de la estación de bombeo del Teatro para elevar a la depuradora de Barranco Seco todas las aguas residuales que produce la ciudad. Las aguas negras de la parte baja de la ciudad va a parar a la estación de bombeo del Teatro, que las impulsa a Barranco Seco para que las depure. Una vez depuradas, las que no se reutilizan vuelven a bajar para ser lanzadas al mar por el emisario submarino. Pero la estación es incapaz de bombear toda el agua residual hacia Barranco Seco en los momentos de producción punta, y la lanza al mar tras pasarlas por una rejilla.