A mal tiempo, buena cara. Cuando el calor aprieta y la calima amenaza con asfixiarte no queda otra que dejar salir al niño que llevas dentro y lanzarte a rumbiar al ritmo de los señores papagüevos. El barrio de Guanarteme cerró las fiestas del Pilar con un encuentro de gigantes, una verdadera cumbre a la que acudieron exprofeso papagüevos de varios puntos de la Isla, para acompañar a los de Guanarteme, que ayer celebraron su 12 encuentro. Vinieron de Schamann, de La Isleta, de Gáldar y tampoco faltaron los más grandes y numerosos, los de Guía, que siempre impactan por lo bien que lo bailan y por su altura. De San Isidro de Gáldar vino La Reina, que no tuvo inconveniente en mezclarse con el Diablo y el Cantinflas de Guanarteme, El Pirata de Schamann o los Hermanos Marx de Guía, con esas manazas tan enormes, que si te rozan te hacen girar en redondo con ellos. La presencia de la Banda de Agaete y otras bandas de batucadas se encargaron de poner el ritmo, imprescindible para brincar con los papagüevos, que tanto entusiasman a los más pequeños y a los grandes los vuelve chicos. Por donde quiera que pasan van contagiando su ingenuidad y sus ganas de fiesta.

Los gigantes salieron de la Plaza del Pilar, -el barrio cerró ayer sus fiestas- y les pusieron una sonrisa en la boca a todos los que presenciaron el desfile por las calles Secretario Padilla, Espartero, Simancas, Perú, Paseo de Las Canteras, Numancia, Pavía, Castillejos y Lepanto. Algunos fueron a verlos y otros se tropezaron con ellos y se sumaron a la macha festiva. De Schamann, uno de los barrios de la capital con más tradición de papagüevos, bajaron unos cuantos gigantes. Con ellos iba Ricardo Díaz, que es de Escaleritas, pero siempre acompaña y ayuda a los cabezones de Schamann. De todos sus bailones, El Pirata es el que más gusta a la gente, quizá porque es uno de los más antiguos. Y es que desde que tenía quince años lleva el hombre bailando al Pirata. "Es el que mejor lo sabe bailar, moverse según el ritmo de la canción. Aparte de que es el más veterano. Más de 30 años llevan dando fiesta los papagüevos de Schamann", sostiene Ricardo Díaz.

La representación más numerosa fue la de Guía, que acudió con diez papagüevos grandes y otros pequeños. "Son los mejores bailando, los más bonitos y lo más grandes. Pero lo mejor es como lo bailan y, sobre todo, como lo viven. Yo creo que son los mejores del Archipiélago, con diferencia. Si encima viene la Banda de Agaete detrás, es la bomba", subraya entusiasmado Paco Moreno. A Guanarteme acudieron el Futbolista, los hermanos Marx, el Diablo, el Cocinero, con más de tres metros de altura y casi cincuenta kilos de peso.

Una Reina sin reino

En nombre de San Isidro de Gáldar, acudió la Reina de los papagüevos. No tiene reino pero ella siempre acude cuando hay salsete de gigantes. "Tenemos bastante tradición y el próximo fin de semana hay una exposición de papagüevos de Gran Canaria. Van de Guanarteme, Schaman, Gáldar y Guía", aprovecha para informar Abraham Ramos, presidente de la asociación de vecinos El Labrador de San Isidro. Se trata de una exposición benéfica, que tendrá lugar entre el 20 y el 24 de octubre. A juicio de Ramos, estos gigantes "son una representación de lo que para los canarios es un pasacalles. Es una tradición que aunque viene de afuera nosotros la hemos hecho a nuestra forma. Y me gusta además porque le gusta a los niños y a los grandes nos ayuda a recuperar ese niño interior que siempre fuimos. Es una fiesta para todas las edades".

Pepi González, la presidenta de la asociación de vecinos La Barriada de Guanarteme y Chile, recuerda que han pasado ya12 años, desde que Ana Moreno, la antigua presidenta de la asociación Jolgorio y el presidente de la comisión de fiestas, Simón Alejandro, se empeñaron en rescatar a los gigantes, que estaban arrumbados en un almacén porque el anterior cura no los quería y los condenó al ostracismo allá por los años 50. Una a una fueron rescatadas y rehabilitadas las cinco cabezas que realizó en su día Juan el de las Golosinas. Doce años después son más de una docena. El barrio reconoció ayer la labora realizada por Simón Alejandro, que cumplió 25 años al frente de la comisión de fiestas, regalándole un cabezón, su fiel retrato, un gigante que el próximo año tendrá que bailar y se sumará al jolgorio, junto a Cantinflas. el Diablo, la Negrita y tantos otros gigantes de corazón alegre. Eso al menos, intentarán sus vecinos.