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Dos navieras pugnan por exportar el tomate a Europa en contenedores

MSC parte con ventaja en la competición con CGA-CGM para hacerse con el contrato

Un barco de la naviera MSC descarga contenedores en la terminal de Opcsa en el Puerto de La Luz. JOSÉ CARLOS GUERRA

La campaña anual de exportación del tomate canario a Europa, que comenzará antes de que acabe este mes, se realizará por primera vez usando contenedores en barcos cargueros y no por el método tradicional, en barcos frigoríficos contratados expresamente para estas labores. En este contexto de cambio, dos grandes navieras que operan en Las Palmas de Gran Canaria, MSC y CMA-CGM, se disputan la distribución del fruto en los puertos receptores europeos, localizados en el Reino Unido y los Países Bajos, aunque la italohelvética está mejor posicionada, según avanzó ayer el periódico digital Espiral21.

En cualquier caso, la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex) todavía no ha alcanzado un acuerdo definitivo con ninguna de ellas, según confirmaron ayer fuentes de la organización, que aseguraron disponer en estos momentos de "varias ofertas sobre la mesa, unas mejores y otras que son incluso un poco mejores, pero aún no hay nada firmado".

La distribución del tomate canario en los mercados europeos se ha visto diezmada en los últimos años por factores tanto biológicos -la presencia de plagas que han afectado a la planta- como legales -el pleito judicial impulsado por el Ministerio de Fomento, que consideraba que los exportadores habían inflado las ayudas por el transporte del fruto y que ha llegado hasta el Tribunal Supremo-, lo que ha obligado a ajustar los costes al máximo para seguir manteniendo la rentabilidad.

Los exportadores han calculado que gracias al nuevo método de transporte podrán obtener un ahorro, en el mejor de los casos, que será superior al 30% en los costes de transporte marítimo. Si hasta ahora el precio del palé de 140 bultos, con unos 940 kilogramos, podía oscilar entre 170 y 180 euros, esta cantidad puede descender al rango entre los 120 y los 150 cuando la mercancía es transportada usando las líneas marítimas ya establecidas entre Canarias y el norte de Europa por las grandes navieras internacionales.

La elección del transporte en contenedores abarata la factura de la exportación del tomate, aunque al mismo tiempo genera una serie de inconvenientes que están siendo estudiados por los exportadores para elegir entre las dos opciones que tienen ante ellos. El principal es la pérdida de la libertad de horarios que ofrecían los barcos frigoríficos que eran contratados hasta ahora, ya que ahora será necesario adaptar la operativa a la de las navieras.

La diferencia en el precio de las dos ofertas será otro de los aspectos clave para tomar la decisión final, aunque no el único que será tenido en cuenta. Los puertos elegidos por las navieras para descargar en destino pueden terminar por decantar la balanza en un sentido u otro, ya que si estos se encuentran a demasiada distancia de los centros de distribución pueden hacer aumentar el montante.

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