Naviera Armas y Acciona han alcanzado un acuerdo por el cual la compañía canaria se hace con el 92,71% de la antigua empresa pública de transportes marítimos, que hasta ahora se encontraba en manos de la firma madrileña de gestión de infraestructuras. La compra supondrá que el Grupo Naviera Armas duplique su flota y pase desde los 14 buques que opera en la actualidad hasta los 32 que surgirán de la combinación de las dos compañías. En total ofrecerá servicios en 42 rutas. La incorporación de las naves de Trasmediterránea la convertirá, según destacó ayer su director comercial, Jaime Cabrera, en la primera naviera de España en número de buques de pasajeros y de carga rodada y en una de las principales de todo el continente europeo.

La operación de compra, cuyas negociaciones se han extendido a lo largo de un año, se materializa a través de la venta a la empresa Anarafe (sociedad que pertenece al Grupo Naviera Armas) del paquete de títulos de Trasmediterránea en manos de Acciona por 260,4 millones de euros, de los cuales han quedado aplazados 30,4 millones, de acuerdo con el hecho relevante remitido por Acciona ayer por la mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Además de esta cantidad, Naviera Armas, que ha estado asesorada en la operación por la firma Garrigues, se ha comprometido a asumir el pago de la deuda que Trasmediterránea mantiene con otras sociedades que se encuentran bajo el paraguas de Acciona y que asciende a 127,3 millones de euros. A todo esto hay que añadir un variable que podría alcanzar los 16 millones de euros en función del cálculo del beneficio bruto de explotación (Ebitda) que tendrá el futuro grupo combinado.

La suma de todas estas cantidades supone valorar Trasmediterránea en una horquilla entre los 419 y los 435 millones de euros. Esta cantidad resulta inferior en casi 50 millones al precio pagado en 2002 por el grupo de empresas que se hizo con la compañía tras su privatización a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Hace 15 años Acciona, la desaparecida Caja de Ahorros del Mediterrráneo (CAM), el Grupo Matutes, el Grupo Aznar y la propia Naviera Armas se hicieron con el 95,24% de las acciones de Trasmediterránea por un monto total de 482 millones de euros entre acciones y compromisos de pago de deuda.

La compra de Trasmediterránea por Naviera Armas se completará previsiblemente durante el primer trimestre del próximo año, aunque Cabrera reconoció ayer que el proceso será "complejo y algo largo". Ahora será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia la que analice los detalles de la operación y la posición de mercado del nuevo grupo en las distintas regiones en las que ofrecerá sus servicios (las rutas interinsulares canarias y baleares, las que conectan los dos Archipiélagos con la Península y las que hacen el trayecto entre distintos puntos de Andalucía y las costas marroquí y argelina) antes de decidir sobre desinversiones.

Marcas diferentes

El director comercial de Naviera Armas reconoció en este sentido que "es muy pronto para saber qué va a pasar, pero es muy positivo e ilusionante para la compañía". La intención de la compañía canaria, según ha podido saber este periódico, es mantener las dos marcas diferenciadas, de modo que Trasmediterránea no desaparecerá justo cuando acaba de cumplir 100 años de operativa.

Lo que sí se está estudiando es la posibilidad de trasladar los servicios de la compañía en Las Palmas de Gran Canaria desde su ubicación actual en el muelle León y Castillo a la nueva terminal que Naviera Armas construye en el muelle de La Esfinge y que se prevé que comience a funcionar a finales de 2018.

La operación ha sido aplaudida por los dirigentes políticos y empresariales de las Islas, que ven con buenos ojos el crecimiento de la empresa canaria y su implantación en mercados en los que hasta ahora no operaba, como el interinsular balear y el que conecta este Archipiélago con Cataluña y la Comunidad Valenciana. En este sentido el vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Transportes, Pablo Rodríguez, indicó que la operación abre un "enorme abanico de posibilidades" para el archipiélago y para la naviera, que a su juicio "hace cada vez apuestas más fuertes y que demuestra que las compañías canarias son potentes y tienen capacidad para liderar no solo en Canarias, sino también fuera".

El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, se sumó a las felicitaciones y calificó la compra como una "gran noticia". El dirigente de la patronal sumó la operación de compra de Trasmediterránea a la expansión de rutas que está realizando Binter como ejemplo de internacionalización de las empresas del Archipiélago. "El tejido empresarial está de enhorabuena, muestra músculo a nivel internacional y eso para nuestra 'marca Canarias' es muy importante", consideró.

Tampoco ocultó su satisfacción el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, que definió la compra en términos superlativos. "Es una grandísima noticia, estamos viendo cómo una compañía canaria se está posicionando en el marcado nacional, no solo con rutas, que ya lo hizo hace cinco o seis años, sino que ahora puede convertirse en la mayor naviera de Europa", vaticinó.