"Una sociedad con violencia, no es justa, ni democrática". Son palabras de Beatriz Sánchez Carreras, durante la toma de posesión de su cargo como fiscal jefa de la provincia de Las Palmas, en un acto presidido por el fiscal superior de Canarias, Vicente Garrido, en el que también reclamó para el Ministerio Fiscal las tareas de investigación en las causas judiciales, que actualmente ejercen los jueces de instrucción.

Sánchez, hasta ahora delegada en la provincia de Violencia sobre la Mujer, sustituye en su nueva responsabilidad a Guillermo García-Panasco Morales, que ahora es teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado. En su discurso, la fiscal jefa se detuvo en la necesidad de sacar adelante la creación de la Oficina de Protección a las Víctimas de violencia machista, iniciativa que está "pendiente", a pesar de que la ley lo exige.

Sánchez hizo especial hincapié en que la sociedad en general debe proteger a las mujeres que sufren agresiones, así como garantizar la seguridad de su entorno. La fiscal jefa se detuvo en la obligación de la sociedad y la justicia de defender a los menores que viven en hogares con violencia.

Para ella, la igualdad se construye en todos los ámbitos de la vida, y puso como ejemplo a sus compañeras de la Fiscalía, a las que nombró una a una, para dejar claro que la mujer debe acceder a puestos de responsabilidad, "ya que tiene méritos sobrados para hacerlo". No en vano, con su nombramiento, son tres féminas las que ejercerán la jefatura de las fiscalías de Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife (Carmen Almendral) y de área para Lanzarote y Fuerteventura (Yolanda López).

En cuanto a la apuesta de la Fiscalía General del Estado de que sean los fiscales los que lleven la investigación de los casos, Sánchez se mostró a favor porque, de hecho, es una tarea que ya realizan. En este nuevo sistema, los actuales jueces instructores pasarían a ser jueces de garantía, para velar por los derechos de las partes.

La lucha contra la corrupción fue otro de los asuntos a los que se refirió Beatriz Sánchez en su disertación, tras jurar su cargo. Quiso aclarar que, "lejos" de lo que se dice, los fiscales están "ajenos a las presiones" y llevan adelante su tarea de manera "independiente". "Un fiscal se puede negar a acatar una orden si considera que es ilegal", afirmó. "No somos un órgano dependiente del Gobierno, formamos parte del poder judicial, no confundamos la dependencia jerárquica con la falta de independencia", agregó.

No quiso desaprovechar la ocasión Sánchez para reclamar al Gobierno de Canarias la mejora del sistema informático, que requiere un ajuste; así como de las instalaciones y los medios humanos y materiales, que siempre son necesarios, cuando se da la circunstancia de que cada vez son mayores las atribuciones que se les encomiendan.

Tanto la nueva fiscal jefa, como Vicente Garrido y el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Antonio Doreste, hicieron mención de la "defensa de la Constitución", en el proceso abierto en Cataluña, y mostraron su total respaldo a las iniciativas que han llevado a cabo sus compañeros catalanes para "frenar" la "ilegalidad" que se estaba cometiendo.

La fiscal jefa dedicó gran parte de su intervención a dar las gracias a quienes han trabajado con ella y han confiado en sus capacidades. Por un lado, a su familia. "A mi padre, a mi abuelo, Pepe, Luis, Alfonso... son un ejemplo que siempre llevo conmigo", dijo, sin poder evitar que se le quebrara la voz. En primera fila, su madre, sus hijos y su esposo no podían dejar de sonreír. Para ellos fueron las palabras más emotivas. "Gracias, mamá, por apoyarme en todo, por ser un ejemplo de fortaleza y elegancia. Soy fiscal gracias a ti, aunque me decías que no estudiara tanto, que me iba a poner mala", bromeó.

También se acordó de los trabajadores del Juzgado de Instrucción número 3, personal del que le ha costado "mucho separarse". Para los magistrados Pilar Parejo y Tomás Martín, con los que ha coincidido en su carrera profesional, también tuvo un reconocimiento: "Son unos profesionales como la copa de un pino". Al personal de la Fiscalía, "por aguantarme". Sin ellos, simplemente, los fiscales no podrían hacer su trabajo. Juan Guerra fue su primer jefe, y siempre le dio aliento. El Instituto de Medicina Legal, sus amigos del 11/11 ("ellos saben quiénes son"); y, por último, Vicente Garrido, Ernesto Vieira y Guillermo García-Panasco, compañeros fiscales y referentes en su carrera.