La obra de restauración del suelo de madera del Salón Dorado del Gabinete Literario fue presentada ayer por el presidente de la entidad, Juan José Benítez de Lugo, y el del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, institución que ha hecho posible la recuperación de una pieza única y singular del patrimonio inmueble de la Isla. Personajes como Unamuno, Saint Saenz, Caruso o Miguel Fleta; Benlliure, Ramón y Cajal o Canalejas, pero también prácticamente todos los grandes artistas e intelectuales canarios -desde Tomás Morales y Alonso Quesada, a los contemporáneos Juan Hidalgo o Alfredo Kraus-, han sido protagonistas en este salón, que ahora ya está listo para otro siglo de acontecimientos.

El suelo del gran salón sufría un grave deterioro debido tanto a su antigüedad (1915-2017) como a su uso continuado. Esta situación aconsejó emprender una restauración urgente. La actuación decidida del presidente de la corporación insular permitió iniciar en verano la obra que acaba de culminar, y poner en valor uno de los pavimentos históricos más antiguos de Canarias. De manera casi paralela se ha realizado la restauración del torreón sudoeste del Gabinete Literario, también costeada por el Cabildo. El apoyo institucional a ambas operaciones de restauración representa una inversión de 188.834 euros .

El Gabinete Literario tiene la consideración de Monumento Histórico Artístico de interés para la Comunidad Autónoma de Canarias y Bien de Interés Cultural (BIC) con la máxima protección. Forma parte del patrimonio de la ciudad y ejerce una función social y cultural sin ánimo de lucro.

El proyecto denominado "Reparación del suelo del parquet de marquetería del Salón Dorado del Gabinete Literario y su vestíbulo de entrada" ha sido realizada por la empresa Obras y Carpintería Alonso García S.L, con gran experiencia en la recuperación de parquets antiguos, bajo la dirección técnica de la arquitecta canaria María Luisa González. González es la autora del Proyecto de Rehabilitación del Gabinete Literario, en el que se enmarcan ambas intervenciones.

En el parqué se han empleado técnicas artesanales y materiales de calidad para fabricar y reponer las piezas dañadas o deformadas, respetando el patrón de color, la tonalidad y la vetas de la madera.

Con esta obra el pavimento del Salón Dorado asegura su conservación como legado para las generaciones futuras.

Entre 1915 y 1916 la sociedad el Gabinete Literario logra su deseo de contar con un gran salón, aunque las primeras referencias a este objetivo datan de 1877.

En enero de 1914 se sacó a concurso la decoración del salón y se adjudica al proyecto presentado por Ramón Prats con un presupuesto de 49.540 pesetas (297, 74 euros al cambio actual).

Las obras de decoración acabaron el 29 de febrero de 2016, según recoge el historiador Manuel Aranda Mendíaz en Gabinete Literario Arte e Historia (Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria, 1994).

Entre las más de media docena de propuestas presentada figuraba la de Néstor Martín Fernández de la Torre, que no se aceptó por no cumplir las condiciones exigidas.

Francia fue la cuna del parquet a partir del S XVII. Los más famosos son los de Versalles (1665- 1685), y en especial el del salón de baile del Gran Trianon (1670), que inició una moda en Europa.

El Gran Salón del Gabinete Literario, que inicialmente se le iba a denominar "Salón Versalles", es un exponente de esta corriente.

Queraltó, Torrens y Bastús, el taller de ebanistería de Barcelona que fabricó el parquet del Salón Dorado en 1915, estaba relacionado a través de antiguos socios con Casas i Bardes, el fabricante de los muebles que diseñó Gaudí para Casa Batlló, Casa Milá y Casa Calvet.