Antonio Quesada y Ana María Artiles ya descansan en el cementerio de San Lázaro. El matrimonio, que desapareció hace cinco años en Guanarteme, fue enterrado junto esta mañana en un acto íntimo en el que la familia estuvo arropada por vecinos del barrio y de la zona norte de la Isla en la que ambos nacieron. También estuvieron presentes algunos de los moteros que durante este lustro han participado en las manifestaciones que se han hecho para evitar que el caso de la pareja, como el de tantas otras personas a quienes se les ha perdido la pista, cayese en el olvido.

Quesada y Artiles fueron vistos por última vez en una churrería de la calle Castillejos próxima a su lugar de residencia el 6 de marzo de 2012. Desde entonces nada se supo de su paradero hasta que el pasado 20 de agosto el cachorro de un cazador halló por casualidad sus cuerpos semienterrados en la ladera del barranco de Las Vacas, entre Agüimes y Temisas.

Después de tres meses de investigación la familia ha podido dar esta mañana sepultura al matrimonio, si bien todavía están a la espera de conocer quién o quiénes fueron los culpables de la muerte de los septuagenarios que salieron una tarde a comprar un sonotone y nunca más volvieron. En su recuerdo también tendrá lugar el próximo viernes 24 de noviembre una misa funeral en la iglesia del Pilar de Guanarteme.