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Viaje al futuro de los trabajos navales

La inaguración del nuevo espacio congrega a buena parte del músculo empresarial del Puerto

El muelle Reina Sofía se convirtió ayer por la tarde en una ventana con vistas hacia lo que está por venir en el sector de las reparaciones y las transformaciones navales. Fue durante la inauguración de las instalaciones de Astican en el muelle Reina Sofía, conocidas como Deepwater Quayside, que reunió a gran parte de la plantilla de la compañía junto a clientes, socios teconológicos, proveedores y representantes tanto del Arsenal como de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Buena parte del músculo empresarial del Puerto de La Luz estaba allí: directivos de empresas como Naviera Armas, Fred. Olsen, Petrogás, Rolls Royce, pero también armadores como Transocean o Stena y empresarios locales, subcontratas o muchos de los talleres que trabajan con Astican desde hace años.

El hacedor de Astican como lo conocemos hoy en día optó por mantenerse en un segundo plan y dejar el protagonismo a las nuevas generaciones. Fueron el vicepresidente ejecutivo de la compañía, su hijo Germán Carlos Suárez, y el director general, José Carlos Álvarez, quienes hicieron un recorrido histórico desde los inicios del astillero hasta su futuro.

El primero en tomar la palabra fue Álvarez, que se congratuló de poder inaugurar "por fin" las nuevas instalaciones. El director general de Astican se remontó a la década de 1970 para señalar los orígenes del astillero, cuando aún formaba parte de la Empresa Nacional Bazán. Recordó cómo han cambiado las cosas desde que en 1975 tuvo lugar la varada del primer artefacto, un submarino. Tras aquel trabajo inicial llegarían muchos otros hasta que en 1990 se culminó el proceso de privatización de la firma. "Tenemos una empresa que ha tenido éxito", subrayó.

Tras él, Suárez subrayó el principal reto de Astican con estas instalaciones: "Hacerlas sostenible en el tiempo por los 18 años que tenemos esta concesión". El vicepresidente proyectó un futuro marcado por dos ideas: el avance tecnológico que supondrá este recinto y las múltiples posibilidades que se abren con él, no solo en el sector de reparaciones offshore.

"Podemos movilizar cargas pesadas, elementos prefabricados que pueden venir de la península y terminemos de fabricar aquí", resaltó. En el medio y en el largo la visión es incluso más ambiciosa, con la adaptación de barcos a los requerimientos medioambientales occidentales y la creación de un espacio en el que montar grandes aerogeneradores en el mar con los que obtener energía limpia.

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