El Gobierno de Canarias, tras una queja vecinal, ha prohibido al Club de Baloncesto Las Palmas usar el pabellón del IES La Minilla para jugar los fines de semana los partidos de competición, además de limitar la utilización de la cancha durante los entrenamientos, sólo de lunes a viernes desde las 16.30 hasta las 19.30 horas. ¿El motivo? A los vecinos del edificio Las Vista de Urbis les molesta el ruido, sobre todo a los que viven en el Portal Dos porque sus casas están más pegadas al pabellón deportivo.
La Comunidad de Propietarios de Las Vistas de Urbis presentó la última reclamación hace unos meses, con la intención de impedir el uso de las instalaciones para la celebración de los partidos y sus entrenamientos. El conflicto con el club infantil de baloncesto empezó hace dos años, aunque hay división de opiniones.
Algunos propietarios quieren recurrir la resolución de la Comunidad Autónoma para que ni siquiera se pueda practicar deporte entre semana; otros, en cambio, no están conformes con pleitear con la administración, incluso lamentan que se restrinja al Club de Baloncesto Las Palmas el uso del pabellón, cuya construcción es anterior a la del edificio. El equipo lleva más de cuatro años como local en La Minilla, con una importante labor en apoyo del deporte base.
La Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, por el momento, ha optado por regular la utilización de la cancha, al tiempo que ha abierto un expediente y ha pedido diferentes informes al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sobre los ruidos.
Horario limitado
"Se autorizará el uso de las instalaciones del pabellón deportivo en la franja horaria que menos afecte a los vecinos, no autorizándose la celebración de los partidos los fines de semana, dando solución a las quejas vecinales por las supuestas molestias", recoge la resolución dictada el mes pasado por la Dirección Territorial de Educación en Las Palmas. El nuevo horario establecido, al menos hasta el 30 de junio del próximo año, es de lunes a viernes entre las 16.30 y las 19.30 horas, con la prohibición expresa de disputar partidos oficiales durante los fines de semana.
La Comunidad de Propietarios reconoce la existencia del problema con el club de baloncesto, pero han declinado realizar manifestaciones hasta que se celebre una junta convocada para fijar una postura frente a la Dirección Territorial de Educación.
La asamblea de propietarios está prevista para hoy, con partidarios de exigir medidas más drásticas por los ruidos de la cancha y detractores de recurrir la resolución de Educación, con el coste en abogados y procuradores que eso supondría si la administración mantiene su postura de permitir los entrenamientos.
La junta de propietarios, en cualquier caso, se espera movida. Varios residentes del edificio han confirmado la división de opiniones entre los dueños de las viviendas, pues lo que comenzó como una queja particular de "dos vecinas" se ha extendido a toda la comunidad y amenaza con llegar a los juzgados.
El director Territorial de Educación del Gobierno de Canarias, Juan José Gil Méndez, tras negarse a la petición del cierre total del pabellón a cualquier uso deportivo, optó por proponer a la Comunidad de Propietarios varios horarios, pero ésta no se decantó por ninguno y finalmente se acordó el menos perjudicial para los vecinos: sólo entrenamientos de lunes a viernes y prohibición de utilizar el recinto los fines de semana.
El director Territorial ha comunicado a la Comunidad de Propietarios que se ha pedido al Ayuntamiento una copia del "estudio sonométrico realizado" al pabellón, que está anexo al IES La Minilla, muy cerca del edificio Las Vista de Urbis. También se han reclamado las mediciones hechas en el inmueble, con el compromiso de hacerlas llegar a los perjudicados.
Las petición de los informes se cursó el pasado siete de noviembre, pero hasta el momento se desconocen los resultados del supuesto estudio. Nadie, en ese sentido, ha notificado a la Comunidad de Propietarios los resultados del estudio sobre los ruidos.
Las fuentes consultadas, incluso, dudan de que existan dichas pruebas o que las mismas sean contundentes como para justificar la clausura del recinto deportivo por el ajetreo de los partidos. De ahí que hasta el momento no se hayan presentado ante Educación.
El conflicto por el uso del pabellón comenzó hace dos años. De hecho, a finales del año pasado y principios de éste, Educación cerró temporalmente la cancha y se suspendieron las actividades extraescolares. Los niños, con edades entre los seis y los ocho años en algunos casos, se vieron obligados a hacer la pretemporada en otro instituto de Schamann, cuya cancha está al aire y carecía en ese momento de canastas.
A ese mismo centro de enseñanza ha recurrido ahora el Club de Baloncesto Las Palmas para seguir con su actividad, tras acatar la nueva decisión de Educación y poder jugar así los sábado los partidos de competición infantil.
Se trata de un equipo de barrio, con jugadores entre los seis y los trece años, que lleva funcionando en el IES La Minilla al menos cuatro años como equipo local, con un labor importante a sus espaldas, incluido menores con problemas de integración social. De ahí que desde el Club no se comparta el empeño por clausurar las actividades deportivas, sobre todo cuando existe división entre los propietarios del edificio y los chalés adosados porque el ruido no parece molestar a todos. Por el momento se las apañan para entrenar en el horario reducido que le ha asignado la Consejería de Educación.
