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La ciudad vuelve a cobrar por las terrazas

A partir de enero se levanta la suspensión del pago por ocupar el espacio público con mesas y sillas

La ciudad vuelve a cobrar por las terrazas

Los dueños de restaurantes, bares y locales de ocio con terrazas en la calle tendrán que volver a pagar a partir del próximo 1 de enero una tasa por ocupar el espacio público. El gobierno Tripartito dará cuenta el próximo viernes en la comisión de pleno de Gestión Económica y Financiera del fin de la suspensión del cobro de este tributo, que entró en vigor en enero de 2010, en el peor momento de la crisis económica, como una medida de estímulo económico al negocio de la hostelería. También se levanta la suspensión sobre el cobro de la tasa de quioscos y la emisión de licencias y de actividades comerciales e industriales. El Ayuntamiento prevé recaudar el próximo año por las tasas de las terrazas, los quioscos y las licencias comerciales e industriales casi 800.000 euros.

Los dueños de las terrazas pagarán las mismas tarifas que estaban vigentes en 2009, cuyas cantidades oscilan entre 1,50 euros al mes por metro cuadrado, la más barata, hasta un máximo de 5,26 euros el metro cuadrado, la más cara, que se aplican en las zonas de Las Canteras, la plaza de España y la calle Triana, al ser catalogadas como zonas especiales. En las vías de primera categoría, según el callejero fiscal, se pagarán 4,81 euros y en las de segunda, 2,10 euros. Por ejemplo, una terraza de Las Canteras con seis mesas, que ocupa 12 metros cuadrados, debe pagar, 63,12 euros al mes o 757,44 euros al año. En la zona más barata, como por ejemplo, la plaza de Belén María de La Isleta, una terraza con las mismas características, abonaría 18 euros al mes o 216 euros al año.

El Ayuntamiento calcula que en el municipio hay algo más de 700 terrazas, de las cuales 569 tienen licencia y unas 140 son ilegales. La exención de la tasa y la prohibición de fumar en el interior de los locales de ocio ha disparado la creación de terrazas, cuyo aumento se ha cifrado en un 30% durante los últimos cuatro años. Su proliferación ha provocado las críticas de varias asociaciones de vecinos de Triana y Vegueta y de la plataforma vecinal Las Canteras y su entorno, que además de quejarse por los ruidos, vienen reivindicando desde hace meses la recuperación del cobro de la tasa por mesas y sillas. Los vecinos atribuyen el exceso de terrazas a la suspensión de la tasa y la "falta de control" por parte del Ayuntamiento, que prepara en estos momentos una nueva ordenanza para controlar la ocupación y garantizar la accesibilidad, entre otras cuestiones.

David Gómez, coordinador general de Economía, Hacienda, Patrimonio y Contratación del Ayuntamiento capitalino, explicó ayer que la tasa por ocupación del espacio público con mesas, sillas y otros elementos análogos se suspendió en octubre de 2009, en plena crisis, y recordó que "su objetivo era fomentar la actividad económica" y dar un respiro a los negocios de hostelería. "Esa suspensión", indicó, "se ha ido prorrogando tres veces, la última de las cuales finaliza el 31 de diciembre de 2017. El grupo de gobierno ha decidido no tramitar otra prórroga adicional porque hemos entendido que era el momento adecuado para volver otra vez a implantar estas tasas".

En relación con la que grava la ocupación de las terrazas, indicó que el incentivo económico " que se puso en marcha en aquel momento con la suspensión ha tenido efecto". Una demostración de ello, añadió, "se puede ver en que la actividad de la hostelería ha proliferado en toda la ciudad y ya no tiene sentido mantener la suspensión, porque además sería injusto, desde el punto de vista tributario, con el resto de particulares, empresas y personas físicas a los que se les grava por ocupar el espacio público, que es de todos y que utilizan de forma privativa solo unos cuantos".

Andamios y otros elementos

Se refirió como ejemplo, a las tasa de los aparcamientos, por colocar en la calle andamios y otros elementos de construcción, canalizaciones telefónicas, abasto y electricidad, o los puestos de mercados, cajeros y vallas publicitarias. "Todas esas actividades están gravadas", resaltó Gómez, quien añadió que "el incentivo económico para que esas actividades se desarrollaran tuvo su efecto y prorrogarlo adicionalmente sería una injusticia, desde el punto de vista tributario, con el resto de particulares que utilizan el dominio público".

Explicó que se volverán a cobrar las mismas tarifas vigentes en 2009, cuando se suspendió, porque para actualizar esos precios "habría que hacer una modificación de la ordenanza. El Ayuntamiento espera recaudar por las terrazas unos 430.000 euros en 2018, una cantidad que en palabras del responsable de Hacienda "no llega ni al 0,1% de los ingresos del Ayuntamiento. No se trata de una medida de índole recaudatoria. Lo que busca es" dar cumplimiento al objetivo de "la creación de las tasas de ocupación del espacio público, con las que se busca compensar al resto de ciudadanía por utilizar de forma privativa" un espacio que es de todos.

"Cuando se establecen incentivos fiscales", añadió, " tienen que tener una duración temporal en el tiempo, porque si no habría que derogar la ordenanza fiscal. Lo que no se puede hacer es suspender de por vida esto. El cálculo de los ingresos se ha realizado con el padrón de 2009, que se ha actualizado con las licencias que se han concedido en los últimos ocho años.

La recuperación del cobro de la tasa por los quioscos supondrán unos ingresos de 31.000 euros anuales y el tributo que grava las licencias comerciales e industriales reportará a las arcas públicas 332.000 euros. En su conjunto, el levantamiento de la suspensión de las tres tasas le reportará a la ciudad unos ingresos de 795.000 euros, según las estimaciones de Hacienda.

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